El alquiler de tierras para la producción de café en Kenia
No es ningún secreto que la industria del café de Kenia se enfrenta a una serie de desafíos, entre ellos una disminución constante en su volumen de producción anual. Según la Organización Internacional del Café, entre 2018 y 2020, la producción anual del país se redujo un 8,1 %, de 930 000 a 775 000 sacos de 60 kg.
Esto, en gran medida, es consecuencia de un nivel cada vez mayor de urbanización y desarrollo en Kenia que provoca una reducción de la cantidad de tierra utilizada para la producción de café. Hoy en día, gran parte de la tierra se vende o se abandona.
En consecuencia, algunos caficultores keniatas están optando por alquilar sus tierras y aumentar la cantidad disponible de acres para el cultivo de café. ¿Cómo funciona ese proceso exactamente?
Para saber más sobre el tema, hablé con tres profesionales locales del café. Sigue leyendo para conocer lo que me dijeron sobre el alquiler de tierras en la industria del café en Kenia.
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¿Por qué algunos productores alquilan sus tierras?
El abandono de tierras es un problema grave en el sector cafetero de Kenia. Es una situación compleja pero normalmente es el resultado del bajo precio del café verde, del aumento de los costos de producción y de la creciente demanda de viviendas cerca de las grandes ciudades.
Esto ha llevado a algunos caficultores del país a alquilar parcelas de tierra a otros productores.
El alquiler de tierras, como concepto general, es cuando una de las partes paga una cantidad de dinero acordada por una parcela de tierra, durante un período de tiempo determinado; sin embargo, el alquiler de tierras en la producción de café es diferente.
En muchos casos, las plantas de café ya están creciendo en las parcelas de tierra que se alquilan. Por eso, el propietario alquila la tierra cuando acaba la producción de café, y por un corto periodo de tiempo, o si ya no quiere seguir cultivando.
En caso de que en la tierra alquilada ya estén creciendo plantas de café, generalmente, se solicita que quien la alquila siga con la producción o la reactive; no obstante, muchas de esas fincas están en malas condiciones, con plantas de café abandonadas y creciendo entre otros cultivos comerciales. Además, algunas de las plantas de café son inaccesibles y requieren una gran inversión y mantenimiento.
Paul Mburu ha cultivado café durante más de 10 años y ha visto con sus propios ojos el creciente abandono de las fincas cafeteras en Kenia.
“Es difícil entender por qué la gente deja que los cafetos se pudran en las fincas”, afirma. “La gente dice que cultivar café no es un trabajo fácil pero ¿qué tipo de agricultura no requiere mucho trabajo?”.
A lo largo de los años, Paul ha alquilado tres fincas que habían sido abandonadas. Él cuenta que nunca ha sido dueño de una finca de café pero que planea tener una en un futuro cercano.
“Tuve la gran suerte de poder alquilar una granja al lado de mi casa”, dice. “Los dueños dejaron de sembrar café pero, como mucha gente, no arrancaron ni talaron los cafetos. Eso me facilitó seguir con el cultivo”.

¿Cómo funcionan los contratos de alquiler?
La temporada para cosechar café en Kenia es semestral, va de marzo a julio y de septiembre a diciembre. Generalmente, ese período se considera un “año de arrendamiento” pero no es universal. Algunos arrendadores consideran de enero a diciembre un año de arrendamiento, así que los plazos dependen, en gran medida, del contrato.
En Kenia se utilizan varios modelos de alquiler de tierras. El más común es cuando el agricultor alquila toda la parcela de tierra, incluidas las plantas de café. Lo que significa que quien la alquila puede usarla con muy pocas restricciones, teniendo así más control sobre la finca.
Otro modelo consiste en alquilar solo las plantas pero no el terreno en sí. Con esto, a quien la alquila se le permite tener legalmente una participación significativa en decidir cómo se usa la tierra pero, por lo general, no interfiere en la administración de la finca.
Jayne Karani es productora de café en Kenia. Es propietaria de una plantación de café y también alquila otra finca. Ella dice que lo más importante al alquilar una finca de café es establecer un acuerdo claro entre ambas partes.
“El acuerdo debe basarse en la cantidad de años que vas a cultivar café y debe estar firmado por un abogado o un jefe”, dice. “También, se debe sellar para evitar la nulidad del contrato”.
Asimismo, añade que si el arrendador solicita recuperar la propiedad de la finca debe pagar a los agricultores la cantidad establecida en el contrato, basándose en varias condiciones.
Jayne explica que algunos propietarios de terrenos imponen ciertos requisitos cuando se firma el contrato de alquiler. Por ejemplo, pueden estipular que los agricultores no interfieran con las plantas de café que ya estén creciendo en la tierra. Además, pueden exigir a quienes la alquilan que injerten nuevos árboles, planten más semillas o realicen podas.
“Algunos propietarios permitirán plantar nuevas semillas de café o incluso hacer injertos y sobreinjertos”, dice Paul. “En esos casos, los alquileres son a largo plazo, normalmente de seis o más años”.
“Algunos propietarios de tierras no quieren que los agricultores modifiquen los cafetos que ya están creciendo”, dice Jayne. “Normalmente, porque quieren recuperar el control de la tierra cuando acabe el periodo de alquiler”.
Esto puede ser ventajoso para quien alquila porque los árboles de café se mantienen en buenas condiciones, lo que significa que necesitarán menos mano de obra.
Es inevitable que, cuando acaba un contrato de alquiler, puedan surgir algunos problemas si los agricultores han replantado cafetos. La tierra aún pertenece al propietario pero las nuevas plantas pueden pertenecer a quien alquiló la tierra. En consecuencia, puede haber confusión y desacuerdos sobre qué pertenece a quién.
“Antes de plantar nuevos árboles de café en un terreno alquilado, ten en cuenta por cuánto tiempo quieres alquilar el terreno”, sugiere Jayne. “No se arrancarán los árboles cuando acabe el contrato, así que vale la pena pensar si será buena idea plantar nuevos árboles”.
Paul opina igual y dice que para contratos de alquiler de seis años o más, sí tiene sentido plantar nuevos cafetos.
“[Si plantas más árboles], habrás cosechado café al menos ocho veces [en periodos de tiempo más largos]”, explica. “Para alquileres más cortos es mejor rehabilitar los árboles que ya estén creciendo”.
“Para esos casos de alquileres cortos, el top-working es una técnica eficaz”, añade. Esta práctica es prominente en Kenia, donde los caficultores usan tocones de árboles más viejos para hacer sobreinjertos y establecer la producción de nuevas variedades.

Los costos relacionados con el alquiler de tierras
El costo del alquiler de tierras para cultivar café varía mucho por diferentes razones que incluyen las preferencias del propietario, la región donde se encuentra la finca, su tamaño, la cantidad de cafetos que tiene y la duración del contrato.
La mayoría de los agricultores keniatas ven el alquiler de tierras como una inversión que repondrá los costos generales durante periodos de tiempo más prolongados; sin embargo, eso depende del tamaño del terreno y del tiempo de alquiler.
Paul dice, según su experiencia, que las negociaciones con los arrendadores a veces pueden ser difíciles. “Es importante tener buenas habilidades de negociación”, explica. “Puede ser difícil negociar con algunos propietarios que exigen más dinero. Algunos pueden incluso pedir ese dinero antes de que empieces a trabajar la tierra”.
Steve Nganga es productor de café de Kenia, tiene una finca y alquila dos más. Él cuenta que en las zonas donde la producción de café está muy extendida, no hay mucha tierra disponible para alquilar, lo que aumenta el precio de los contratos.
“En esas zonas no es fácil alquilar un terreno”, añade. “Incluso, aunque haya uno disponible, a veces se alquila de forma privada, sin llegar a estar disponible de manera pública”.
A pesar de esto, no todas las fincas alquiladas están establecidas, lo que reduce el precio de los contratos. En algunas áreas de Kenia los propietarios alquilan tierras “vírgenes” y plantan solo cafetos nuevos.
Steve añade que quien alquile la tierra también debe considerar los costos adicionales, como fertilizantes, pesticidas, estiércol y el salario de la mano de obra.

Mirando al futuro
Según Steve, el alquiler de tierras está ayudando a impulsar la producción de café en Kenia.
“Las estadísticas nacionales de producción de café incluían en el recuento a las fincas que estaban siendo reactivadas, lo que hacía que las cifras de producción en general fueran bajas”, dice. “Ahora, esas granjas producen casi cinco veces más que antes, así que las cifras de producción están aumentando”.
Jayne coincide pero cree que, para empezar, los propietarios no deberían abandonar la producción de café. “Si cultivar café es rentable para quien alquila las tierras, sin duda también lo es para los agricultores”, dice. “Es una situación complicada porque necesitamos más tierra pero, al mismo tiempo, queremos que más agricultores retomen el cultivo del café”.
Steve explica que el alquiler es una perspectiva atractiva para muchos productores de café en Kenia. “Las fincas se alquilan mientras el precio de la cereza sube”, dice; sin embargo, advierte que los agricultores deben ser “sensatos y conscientes de lo que están haciendo” cuando alquilan tierras, especialmente las que tienen granjas abandonadas.
“Se necesita mucha mano de obra para revivir esas granjas”, dice. “Debes ser consciente de que estás haciendo una inversión a largo plazo”.
“Tener más experiencia con el cultivo de café y más conciencia de los costos asociados ayuda”, añade.

En última instancia, cualquier iniciativa que pueda ayudar a aumentar la producción de café en Kenia será bien recibida por gran parte de la población agrícola del país. Si bien la sucesión de tierras es un tema clave en la industria cafetera del país, el alquiler es una salida para que los agricultores puedan avanzar.
Aunque muchos agricultores están cosechando los beneficios de alquilar sus fincas, eso no significa que la práctica esté exenta de desafíos.
En conclusión, cualquier caficultor interesado en alquilar tierras debe ser precavido porque, aunque haya beneficios, el proceso puede ser difícil, los términos del contrato no son universales y algunos propietarios están mostrando interés en recuperar sus tierras tras cosechas exitosas.
¿Disfrutaste este artículo? Entonces lee sobre la iniciativa que rejuvenece la producción de café en Kenia
Traducido por Penny Martínez. Traducción editada por Alejandra Soto.
PDG Español
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