20 de agosto de 2022

Guía de la producción de café en Haití

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Haití es el tercer país más grande del Caribe. Esta nación insular se convirtió en la primera república del mundo dirigida por negros y en el primer estado independiente del Caribe a principios del siglo XIX. En contraste, desde su independencia, Haití se ha visto afectado por la inestabilidad política, la pobreza y una serie de sucesivas catástrofes naturales.

La producción de café ha sido, históricamente, importante para el crecimiento económico del país. Los colonos franceses trajeron por primera vez plantas de café a Haití en el siglo XVIII.

Desde entonces, el café ha sido un cultivo esencial para los productores haitianos. Junto con el azúcar, el café ayudó a establecer la economía agrícola del país; sin embargo, en la actualidad, la producción de café ha sido desplazada y, ahora, el mango y el cacao son los cultivos más exportados del país. 

A pesar de los retos y obstáculos a los que se enfrenta, muchas personas siguen viendo potencial en la industria cafetera del país. Para saber más sobre el café haitiano conversé con dos expertos locales. Sigue leyendo y descubre lo que me dijeron.

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Exportación de café en siglos pasados

Breve historia del café en Haití

Se cree que el café fue introducido por primera vez en el país, aproximadamente, en 1715 cuando un oficial de la marina francesa llevó plántulas de la isla de Martinica (situada al sureste de Haití). En aquella época, Haití y su país vecino, República Dominicana, se denominaban colectivamente Saint-Domingue. 

La producción de café del país no dejó de aumentar en las décadas siguientes. A finales de la década de 1780, Saint-Domingue abastecía, más o menos, la mitad del mercado mundial de café. Por eso, la economía de Haití dependía, en gran medida, de esas exportaciones.

En aquella época, la industria cafetera del país dependía casi por completo de la mano de obra esclava. Los colonos franceses transportaban a la fuerza a personas africanas a la isla y las hacían trabajar en las plantaciones de café. 

Las condiciones de trabajo en estas fincas eran abrumadoras y no era raro que los esclavos africanos fueran golpeados o asesinados por los dueños de las plantaciones. En 1791, muchos esclavos africanos se rebelaron y se autoliberaron, lo que dio lugar a violentos conflictos entre ellos y los propietarios de las fincas. Esto acabó provocando el declive de la industria cafetera de Haití y que muchas plantaciones terminaran incendiadas.

Durante los dos siglos posteriores, hubo varios intentos de reactivar la producción de café de Haití. Incluso, en 1949, el país se convirtió temporalmente en el tercer productor mundial de café; no obstante, tras varias restricciones comerciales impuestas por Estados Unidos, dictaduras corruptas y la disminución de la mano de obra agrícola, la producción de café volvió a decaer.

En los últimos siglos, varias catástrofes naturales han devastado el país y a su sector cafetero. En 2010, un terremoto de siete grados de magnitud sacudió Haití dejando alrededor de un millón de personas desplazadas y unos 316 000 muertos. 

Mientras el país aún se recuperaba de este terremoto, en 2021 se produjo otro que dejó a 600 000 personas con necesidad de ayuda humanitaria urgente.

Producción de café en Haití

Perfil de la producción de café en Haití

Según datos de Index Mundi, las exportaciones de café del país en los últimos siete años han sido insignificantes pero en sus regiones montañosas se producen pequeños volúmenes de café. Entre ellas se encuentran el Macizo del Norte, las Montañas Negras, la Chaîne des Matheux, las Montañas del Trou d’Eau, el Macizo de la Hotte y el Macizo de la Selle.

La mayor parte de la producción de café en Haití es orgánica pero, en gran parte, no es por elección. La mayoría de los caficultores no pueden adquirir fertilizantes u otros insumos agrícolas costosos. 

Justin Dena es el director de desarrollo de Singing Rooster, una empresa social que lleva más de una década trabajando con los caficultores de Haití. La organización ayuda a los productores a establecer mejores técnicas de cultivo, además de asistirlos en la cosecha, el procesamiento y la exportación.

“Muchos de los cafetos que se cultivan en Haití son de la variedad Typica y son viejos”, explica. “Los árboles no se han podado mucho, por lo que son altos, delgados y producen poca cantidad de cerezas”. Otras variedades son Caturra, Catimor y Mondo Novo.

En lugar de grandes fincas y haciendas, Justin cuenta que la mayor parte del café del país se cultiva en los huertos de los caficultores. 

“Gran parte del café en Haití lo producen los pequeños caficultores en lo que se denomina ‘jardines criollos’”, dice. “En ellos, se encuentran algunas plantas de café junto a plátanos, yuca, papaya, otras verduras y frutas”.

Él añade que muchos caficultores haitianos solo producen entre cinco y diez kilos de cerezas al año. Además, la mayoría trabaja con cooperativas que poseen estaciones de lavado, beneficios secos e instalaciones de almacenamiento de café verde.

Gumais Jean Jacques es el fundador y director general de Kaiser Kafe, en la capital del país, Puerto Príncipe.

“Los miembros de la cooperativa son pequeños caficultores organizados”, dice. “La mayoría de las grandes fincas o granjas privadas son propiedad de empresas haitianas como Rebo S.A. y Selecto”.

“También, hay plantaciones de café que han sido propiedad de familias durante generaciones”.

La cosecha de café en Haití suele comenzar en septiembre y a veces puede durar hasta junio. Los caficultores cosechan a mano y las cerezas se entregan a los beneficios húmedos para su procesamiento. 

Justin cuenta que la mayor parte del café del país es lavado. Él dice que un programa de los años noventa ayudó a construir estaciones de lavado para muchas de las cooperativas; sin embargo, los caficultores suelen optar por cafés con procesamiento natural para su propio consumo. Esto se debe a que disponen de la infraestructura necesaria para llevarlo a cabo ellos mismos.

Debido a la escasez de agua y a que el procesamiento lavado del café la deja no apta para el consumo, Justin añade que Singing Rooster también ha trabajado con los caficultores para introducir el café con proceso honey. Además, han plantado miles de cafetos para ayudar a los pequeños productores a aumentar su producción.

Productor haitiano de café

Exportación y consumo interno

“El comercio del sector cafetero haitiano está dirigido por el Instituto Nacional del Café de Haití (INCAH), un organismo gubernamental independiente que hace parte del Ministerio de Agricultura y Recursos Naturales”, afirma Gumais. “El instituto es la principal organización para la investigación del café en el país”.

Él añade: “Haití es a la vez un país productor y consumidor. Mientras que nosotros exportamos nuestro café como grano verde sin ningún valor añadido real, los tostadores y las principales empresas del país venden el café tostado dentro del país”.

“La promoción del mercado interior la realizan comerciantes, empresas y cooperativas”.

Algunas de las cooperativas más grandes gestionan instalaciones de empaque de café y ayudan a exportar cafés pero la mayoría de ellas trabajan a menor escala.

En casi todos los casos, los compradores adquieren el café directamente de las cooperativas que no pueden exportar directamente. También, hay una serie de empresas exportadoras que compran café a los caficultores haitianos antes de exportar los granos verdes; sin embargo, el comercio con los caficultores haitianos individuales no suele ser posible porque producen volúmenes muy bajos de café.

Los modelos de comercio directo también se utilizan, a veces, en Haití. Por lo general, un representante de la cooperativa, elegido democráticamente, supervisa las transacciones de comercio directo en las que el café se retiene hasta que se haya pagado.

Justin cuenta que la mayoría de las personas en el país beben café en casa, principalmente, porque hay pocas tiendas de café. Además, la mayor parte del café que se consume en Haití no es de suficiente calidad para la exportación.

A pesar de esto, cuando se cultiva y se procesa con altos estándares, el café haitiano puede tener un cuerpo medio con poca acidez. Suele describirse como un café de sabor suave pero refinado.

Uno de los cafés más conocidos que se producen en el país es el Haitian Blue, que recibe su nombre por el tinte gris azulado que tiene como café verde. Este café suele cultivarse bajo sombra y tener un procesamiento lavado.

Selección de cerezas de café

¿Qué puede deparar el futuro?

La larga historia de inestabilidad política de Haití sigue planteando grandes retos para el crecimiento de la industria cafetera del país. Además, Gumais afirma que el café haitiano suele ser etiquetado como dominicano, en consecuencia, no es posible obtener datos precisos sobre las exportaciones.

“Impedir que esto ocurra es un paso esencial para mejorar la sostenibilidad y la trazabilidad”, explica. “Asimismo, se necesita urgentemente acceso a crédito para apoyar a toda la cadena de suministro”.

Una serie de catástrofes naturales han dejado improductivos muchos cafetales haitianos y la mayoría de los caficultores disponen de poca infraestructura o apoyo financiero para replantarlos.

Por otra parte, Justin explica que los haitianos son resilientes y que Singing Rooster lleva más de 11 años trabajando con cooperativas y grupos de caficultores. 

Él añade que este tipo de asociaciones a largo plazo son importantes para facilitar el acceso a los mercados internacionales y para ayudar a los caficultores a aumentar la producción y mejorar la calidad. 

“Las personas en Haití son muy resilientes a estos incidentes porque los experimentan muy a menudo”, dice. “Los caficultores también tienen otras formas de obtener ingresos”.

Gumais cuenta que el aumento del costo de la vida en Haití está obligando a muchos caficultores a sustituir el café por otros cultivos más rentables.

“El problema es que los caficultores reciben precios bajos por el café”, dice. “La falta de inversión en el sector del café crea un gran vacío para que los dirigentes haitianos amplíen la producción”; no obstante, hay cada vez más interés por parte de las entidades privadas en mejorar el sector cafetero de Haití. Además de proporcionar apoyo financiero, estos actores privados están sustituyendo los cafetos viejos por variedades más nuevas.

Por eso, Gumais cree que el futuro del café haitiano está en el mercado de los cafés de especialidad pero “sin un gran apoyo financiero, la producción de café podría disminuir hasta el punto de que Haití se convierta en un importador neto”, concluye.

Café recién recolectado

Aunque es poco probable que los volúmenes de producción de café de Haití lleguen a acercarse a los niveles anteriores, ciertamente hay potencial de crecimiento.

A pesar de que muchos caficultores escogen cultivos más rentables, cada vez se presta más atención al sector cafetero del país, especialmente, por parte de los actores privados. Gracias a eso, es posible que la producción de café en Haití comience a crecer en los próximos años.

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Crédito de las fotos: Singing Rooster.

Traducido por Tati Calderón. Traducción editada por Alejandra Soto.

PDG Español

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