Experiencias cafeteras en el origen: el rol de los guías turísticos
El turismo cafetero es una tendencia que en los últimos años viene ganando terreno en los países productores. Actualmente, distintos actores de la cadena de valor buscan conectarse con los orígenes, sus comunidades y la cultura que gira en torno al grano de café.
En gran medida, estas conexiones son posibles gracias al papel que cumplen los guías turísticos en esta actividad económica, que combina la producción de café con una red de servicios de alojamiento, recreativos y culturales. Todo, para satisfacer la demanda de un consumidor ávido de experiencias auténticas.
Estos agentes turísticos tienen la misión de brindar una experiencia inolvidable a los visitantes en un recorrido de corto tiempo. Lograr esta tarea depende de muchos elementos como el conocimiento, el profesionalismo, la atención y la actitud.
Para profundizar en este tema hablé con dos expertos que lideran proyectos agroturísticos en Costa Rica y Colombia. Continua leyendo y descubre lo que me dijeron.
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¿Quiénes deben encargarse de guiar las rutas turísticas?
Tener contacto directo con el caficultor que produce el café es uno de los motivos que más pesa en los turistas cuando deciden visitar una finca cafetera; sin embargo, esta conexión no siempre es posible. El turismo cafetero es un modelo de negocio que se debe manejar de forma separada de la producción de café. Por eso, generalmente, el caficultor debe atender otras tareas, relacionadas con la producción o con la gestión de la finca, que le impiden estar presente en los recorridos turísticos.
Diego Velez Cuorvo lidera el proyecto turístico Biking & Adventure en el hotel La Palma y el Tucán, en Zipacón, Cundinamarca, Colombia. Él considera que es muy importante que el productor sea la persona encargada de transmitir toda la información a los turistas sobre su finca o proyecto agroturístico; no obstante, aclara que en algunos modelos de negocio esta actividad no es posible de realizar.
“Lo que hacemos es contratar personal local que requiere muchísima capacitación, que seguramente están en zonas cafeteras, que conocen de los procesos. (…) Es muy importante que a todas estas personas se les brinden unos niveles de capacitación interesantes para asegurar que, obviamente, ellos transmitan”, añade Diego.
Fabiola Rojas es barista en la Hacienda Altagracia, en Costa Rica, y tiene experiencia en mercadeo, ventas y comercialización de café tostado. Ella aconseja que antes de contratar a un tercero es importante que el productor contemple la posibilidad de que un miembro de la familia se encargue de esta actividad.
“Si la familia es lo suficientemente grande y todos están involucrados en el proyecto, es muy interesante que por lo menos una persona se dedique a hacer el clic con el turista y poder defender o presentar su finca”, dice Fabiola.
“Se vuelve un puesto de trabajo en la organización, que no solamente se dediquen a la parte productiva, beneficiado, si tienen tueste o cafetería, pues también está esta área que se vuelve muy potencial”.
Una alternativa es contratar a una persona que tenga experiencia en el turismo y que, paralelamente, conozca el proceso del café. Fabiola señala que esto puede traer muchas ventajas porque esa persona ya entiende cómo funciona la actividad y tiene una relación con el medio.
“Ese tercero no solamente tiene los contactos necesarios, el tipo de perfil de cliente que quieren llevar a la finca, tienen muchísimos más contactos internacionales de tours, entiende cómo se mueve el turista en el país, por ejemplo, o incluso a nivel internacional. Si está la opción de hacer un coffee tour o un coffee camp y moverlos desde la ciudad hasta la zona cafetalera”, indica Fabiola.

El papel de los guías turísticos en las fincas cafeteras
El guía turístico es la “cara” que representa a la finca cafetera. Adicionalmente, es el portavoz y el puente que conecta al mundo del café con el turista. De ahí que su papel sea determinante, al emitir el conocimiento y en la experiencia que se brinda al visitante.
Diego señala que este personaje no solo tiene la misión de transmitir e interpretar la información sobre el patrimonio turístico, cultural y natural que rodea a la finca y a la actividad del café, también es el gestor de la experiencia.
“Hoy en día hemos visto que nuestro público no está muy interesado en sí en conocer el árbol, el beneficio, en conocer solamente eso, sino que quiere toda una experiencia en son del café”.
Por su parte, Fabiola afirma que el papel que desempeñan los agentes turísticos es el resultado de la retroalimentación que reciben del productor porque de esta conversación depende el legado y el mensaje que el foráneo lleve o replique una vez regrese a casa.
Además de asegurar un ingreso extra para las fincas, los guías llevan intrínseco un compromiso social que respalda la sostenibilidad de la industria cafetera. Al final del día, el recorrido turístico es la oportunidad para concientizar o convertir a los turistas al café especial, al valor agregado que nace del esfuerzo de cientos de personas y que impacta a comunidades y familias que dependen del grano para vivir
Lo que se busca es “que el turista entienda cuánto cuesta producir una libra de café, un quintal de café y cuál es el beneficio que la comunidad tiene, por ejemplo, por una actividad económica como esta”, señala Fabiola.

Por qué es importante que los guías tengan formación en café
Una persona que haya recibido formación y capacitación sobre toda la cadena del valor del café tendrá más posibilidades de brindar una experiencia profesional y de mejor calidad a los visitantes.
Un guía preparado cuenta con más herramientas y habilidades para convencer a los clientes sobre la importancia del café e incluso despertar el deseo de una segunda visita al origen, dice Diego.
“Si es una persona que no transmite lo que queremos hacer en esta experiencia, al final las personas no se van a conectar con el proyecto pero cuando la experiencia en verdad es impactante y la capacitación ha sido muy buena y ellos transmiten la energía en esta experiencia, allí va a haber un tema de recompra interesante”.
La formación en café sirve como material potencial para que el guía prepare un storytelling o historia de la finca y la región. De esta manera, el agente tiene un guión o hilo conductor que permita visibilizar los esfuerzos, los problemas, las soluciones y los impactos sociales, económicos y ambientales de la finca y de la producción de café.
“De una forma casi automática, el consumidor está acostumbrado a levantarse y tomarse una taza de café o ir a su cafetería más cercana y pedir un café y eso es todo. A medida que ellos vayan entendiendo el paso a paso que lleva el café, para que finalmente esté en su taza, entonces, empiezan a darse cuenta de lo costoso que es mantener una finca”.

Qué conocimientos debe tener el operador
La tercera ola del café sembró un interés de toda la cadena de valor por entregar un buen producto y ofrecer servicios donde prime la calidad. Vemos al productor trabajando por ofrecer un café especial, al comprador interesado en comercializar una materia prima sobresaliente y al barista por preparar una taza de café que satisfaga al cliente y que garantice su fidelidad.
Este mismo interés se debe reflejar en un agente turístico. Fabiola subraya la importancia de que la persona que acompañe al visitante esté capacitada y entienda todo el proceso de producción, transformación del grano e incluso preparación de bebidas; sin embargo, no necesariamente tiene que ser un experto en el tema, basta con que tenga claros algunos conceptos básicos.
Por ejemplo, un guía no tiene que ser barista pero sí es valioso que se desenvuelva en la elaboración de recetas, que conozca “qué son los ratios de preparación, qué puede pasar si hace una bebida a 1:15 o a 1:20. Que tenga súper claro los extremos para que al final del día sepa cómo manejarlo con el huésped”.
En consecuencia, según afirma Fabiola, el personal turístico no solo debe liderar el tour, también debe vivirlo para tener una mayor propiedad y comunicar de forma más sencilla.
“Si en algún momento de la historia has recolectado café, has participado en la parte del beneficiado, ya sea húmedo o seco, en la parte del tueste, no es que seas un experto tostador pero en algún momento has tostado café y has participado en el proceso de cata, pues ya todo el proceso de una u otra forma empieza a interiorizarse”, señala.
Diego defiende la tesis de que antes que el conocimiento, prevalece la actitud, la energía y la creatividad que demuestre el colaborador en los recorridos y fuera de ellos. “Lo que buscamos son personas con una personalidad muy abierta, que sean muy entradores, que conecten muy bien hablando con las personas porque los conocimientos son parte de la capacitación que brindamos nosotros”.
Asimismo, el operador debe entender los distintos nichos de turistas para comunicar el mensaje de manera correcta. No se puede usar la misma pedagogía para un niño, un novato o un tostador.

Cómo prepararse para responder a las preguntas
Los recorridos turísticos se caracterizan por recibir todo tipo de clientes: desde los más neófitos en el café, hasta los más preparados y que suman bastantes años en la industria.
Frente a esta diversidad, es común que durante el trayecto los visitantes realicen preguntas para resolver sus dudas sobre los distintos procesos del café; no obstante, esto no significa que el guía sea el único con el deber de responder los cuestionamientos.
Fabiola aconseja que si el colaborador se siente preparado y está seguro de que la información que piensa transmitir es veraz, puede sentirse libre para hacerlo. Por el contrario, la mejor opción será aceptar que no sabe sobre el tema pero que hará todo lo posible por encontrar a la persona idónea para responder las inquietudes.
“Mejor decir lo que realmente se sabe y no improvisar ni decir un dato erróneo porque no se sabe si la persona que estás tratando tiene un mayor expertise a nivel químico, agrónomo y realmente la línea donde el guía puede quedar expuesto a que simplemente está repitiendo o diciendo lo que sabe, es muy fina”.
Diego añade que “la gente valora la sinceridad, conecta mucho con que estos guías que nos ayudan a fortalecer la experiencia sean personas locales. Entonces, al ser locales son personas con muchísimo potencial pero que también están en formación constante. Los turistas generalmente valoran esto, no los atacan como: ¡Ay! este no sabe nada”.

Errores comunes que cometen los guías
Durante esta actividad turística, los guías cumplen distintas funciones: recepción, atención, comunicación, orientación, compañía, entre otras, lo que aumenta la probabilidades de que se cometan errores en cualquiera de ellas.
Diego considera que uno de los desaciertos más comunes es la falta de atención en detalles logísticos que pueden mejorar la experiencia y solucionar los problemas ante fenómenos extraordinarios que se salen de las manos del guía.
Por ejemplo, si llueve o el turista tiene sed, lo ideal es proveer una sombrilla y un termo. Si sufre un accidente, contar con un botiquín. Si hay niños presentes, un dulce o un alimento podrían amenizar su recorrido.
Según Fabiola, otro error que se suele cometer es no tener en cuenta a la población que durante los recorridos tiende a presentar dificultades o que es más propensa a tener riesgos que pueden atentar contra su bienestar.
Ella recomienda, “a la hora de diseñar el tour, sean muy claros con los huéspedes. Si puede ir alguien que utilice silla de ruedas, si pueden ir personas mayores. Contemplar el tema de los niños, que casi siempre nos olvidamos de ellos, pero sí tener algo donde puedan involucrarse y que también sea atractivo sin que sea una carga para los papás”.

Los guías turísticos son una pieza fundamental que respalda y fortalece la sostenibilidad del negocio cafetero. Él éxito de un recorrido turístico no solo depende de las instalaciones de la finca, del entorno o de su historia, depende también de la participación y la experiencia que el guía turístico brinde a los visitantes.
El conocimiento, la capacitación, la transparencia y la actitud que demuestre ante los turistas son fundamentales para que el cliente se lleve un recuerdo memorable y contemple una segunda visita a la finca.
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Créditos de las fotos: La Palma y el Tucán, Tatiana Guerrero, Hacienda Altagracia.
PDG Español
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