Incumplimiento de contratos por parte de los caficultores colombianos
El 2021 fue un año retador para la caficultura a nivel mundial. Desde factores medioambientales hasta factores económicos han generado coyunturas para cada uno de los eslabones en la cadena de valor del café.
En Colombia, por ejemplo, el incumplimiento de contratos a futuro por parte de los caficultores tiene como causa principal que ha sido un año donde la producción ha tenido una reducción significativa pero, además, acontecimientos como las heladas en Brasil y las dificultades logísticas a nivel mundial han incrementado los precios en la Bolsa.
Para profundizar en este tema y entender sus consecuencias hablé con Carolina Ramírez, abogada colombiana, y con Julián Patiño, comercializador de café. Sigue leyendo para conocer lo que me dijeron.
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¿Cómo se define el precio del café en Colombia?
El precio del café es determinado por la Bolsa de Valores de Nueva York. El café colombiano, específicamente, es pagado con un diferencial de +60 centavos de dólar (US$0,60) por su denominación de origen y atributos que lo definen como un café suave lavado. Además, el café puede obtener bonificaciones por certificaciones de sellos como UTZ, Rainforest, Practices y, también, por sus características físicas y organolépticas (factor de rendimiento y diferenciación en análisis sensorial).
En los últimos meses, el precio del café de Colombia ha tenido alzas que continuamente han superado los precios históricos pero, para entender esta situación, es necesario conocer las causas que han generado estos récords.
Causas de los altos precios actuales
Los incrementos en el precio se deben a las condiciones, crisis y retos que encara el mundo y el gremio cafetero global. Incluyen desde factores medioambientales y TRM (precios altos del dólar), hasta crisis de contenedores y sobredemanda.
Las fuertes heladas en Brasil presagiaron un alza en los precios del café colombiano pero en un año lluvioso para Colombia, la cosecha cafetera para muchos productores se vio reducida desde un 40 % hasta un 63 %.
En consecuencia, altos precios de compra y un año de poca producción han sido las razones principales por las que muchos productores decidieron no cumplir con sus contratos a futuro. De esta manera, buscaron mantener un balance económico o, al menos, llegar al 2022 con recursos suficientes para cultivar la próxima cosecha. Esto, en un contexto en el que los costos de producción han aumentado hasta un 50 % en fertilizantes, herbicidas, fungicidas y en mano de obra.
Cuando un caficultor incumple a una cooperativa o un comercializador con el plazo de un contrato a futuro, esta cooperativa o el comercializador a su vez está incumpliendo a la Federación Nacional de Cafeteros o a un cliente exportador que, también, está incumpliendo una entrega a un cliente en el exterior. Como resultado se genera una imagen negativa ante los compradores de otros países.

Consecuencias del incumplimiento de un contrato a futuro
Carolina Ramírez, abogada de la Cooperativa de Caficultores de Andes (Antioquia), menciona que “aunque se pone en discusión la razonabilidad de incumplir estos contratos por los incrementos en costos de producción para el 2022, los cobros de estos contratos son más altos ya que debe ser pagada la diferencia con el precio actual y una multa (20 %) por incumplimiento de contrato más los gastos en que incurra la parte cumplida (cooperativa) y honorarios si es requerido un abogado para hacer efectivo el cumplimiento del contrato”.
“Ahora, más allá de los precios y la producción como causas principales de incumplimiento de contratos, es necesario fijar la mirada en el tiempo; cuando estos plazos de pago se prolongan durante mucho tiempo, las cooperativas o comercializadores pueden demandar al productor para reclamar sus dineros. En tal caso, y en máxima instancia, un juez podría secuestrar o embargar el bien (finca) y la parte adeudada podría rematar el bien hasta por el valor total de la deuda” asegura Carolina, quien además de ser abogada es caficultora y ha vendido a futuro en cosechas anteriores.
Aunque lo anterior se estipula en el contrato, cuando se firmaron estos contratos a futuro no se preveían los altos precios del mercado actual, la reducción de la cosecha, ni mucho menos el alza en los costos de producción, una de las razones principales que ha llevado a los productores a tomar estas decisiones.
Ante esta situación, en el Informe del Congreso Cafetero a Comités Cafeteros Municipales, de diciembre de 2021, la Federación Nacional presentó la siguiente alternativa para motivar a los productores a cumplir con sus contratos:
- Pagar un valor adicional de 100.000 pesos (COP) por carga en cada contrato
- Cumplir el contrato pagando 50 % en 2021, 30 % en 2022 y el 20 % restante en 2023.
Para muchos caficultores esta decisión no fue muy oportuna ya que, para entonces, la escasa cosecha cafetera había terminado y no era posible cumplir con el requerimiento.

Cumplimiento de contratos y subsidios de fertilizantes
Es bueno saber que algunas cooperativas subsidian los fertilizantes de los productores con el fin de promover año tras año la producción cafetera. Estar a paz y salvo con las obligaciones pendientes con la cooperativa, cumplir con entregas de café a futuro (si se tienen contratos), etc. son requisitos básicos para acceder a estos beneficios; sin embargo, para obtener estos fertilizantes es necesario, además, haber vendido un monto mínimo de café a estas cooperativas (10 cargas).
Para pequeños productores esto es un problema teniendo en cuenta que un cultivo tradicional produce entre 3 y 5 cargas (125 kg de café en pergamino seco) por hectárea y que el área de producción de muchos es inferior a 1 hectárea.
Así que la propuesta de renegociación hecha por la FNC va más allá de las entregas de café y, quienes cumplieran entonces con la entrega propuesta para 2021 (50 %), estarían a su vez “a paz y salvo” con las obligaciones pendientes en cooperativas.

Un cambio de perspectiva
Aunque el precio del café comercial es alto, esto se vuelve un nuevo reto para compradores y exportadores de cafés especiales. Para Julián Patiño, comercializador de café en pergamino de Mountain Man Coffee, que ha visto una reducción de cosecha superior al 50 % y un aumento de precios hasta de un 103 % con respecto a los precios de cosecha en 2020, “pasar a hablar de cafés especiales y darles un precio competente al mercado de cafés commodities fue la dicotomía principal”. Julián comenta que “en el corto plazo, la disminución de la producción se ha visto estimulada por el aumento exponencial del precio”.
“De cara a los costos a futuro, los fertilizantes o materias primas utilizadas para fertilización están experimentando un más del 100 % de aumento, entonces el saldo no tan a favor de los precios actuales ha sido exponencial, por no decir que exagerado”.
Ante la incertidumbre sobre si el precio del café cae o continúa en alza, la dificultad actual para acceder a la comercialización de cafés a futuro radica en la desconfianza que genera la volatilidad de los precios de compra una vez que los productores ven que los precios continúan siendo altos pero, también, en la desconfianza que se genera en los comercializadores por la duda de si el caficultor cumplirá con su promesa de entrega a futuro.
Julián señala que “en el corto plazo no se puede satanizar el café a futuro debido a la desfavorabilidad que ha tenido la herramienta en el juego por el precio que se la ha dado al café a futuro en el corto plazo” porque si vemos, “la herramienta de cafés a futuro es una herramienta sumamente valiosa y de generación de valor agregado a los caficultores”.
“Aunque de cara al presente los futuros no son la mejor opción, no hay que negar que de cara al futuro son una opción válida”, dice Julián, ante la situación actual que se ve difícil tanto para productores como para cualquiera en la cadena comercialización y de valor agregado al café.

A pesar de la coyuntura del precio interno del café en Colombia, es necesario abrirnos a puntos de vista más críticos donde se contemple la opción de que los países más productores que Colombia (Brasil y Vietnam) aumenten su producción en los próximos meses y años, y que los precios se hagan cada vez más competitivos. En ese escenario, es fundamental cubrir los costos de producción para 2022 teniendo en cuenta los incrementos con respecto a los costos de producción de 2021 y ver las opciones de venta a futuro como una herramienta no solo para hacer la producción rentable sino sostenible.
Por último, hay que reestructurar el modelo de compras donde países no productores establecen los precios según oferta y demanda para, en cambio, establecer un modelo de producción donde cada venta alcance a cubrir sus costos de producción, genere valor agregado y en el que pagar precios justos no se vea como caridad sino como un principio ético que reconoce y dignifica la labor de cientos de miles de familias caficultoras a nivel mundial.
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Créditos de las fotos: José Alejandro Hernández.
PDG Español
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