27 de enero de 2022

Guía sobre la producción de café en Madagascar

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Madagascar es la cuarta isla más grande del planeta y está situada frente a la costa sudoriental de África. A mediados del siglo XIX, se introdujo el café procedente de la cercana isla de Reunión (conocida entonces como la isla de Bourbon).

Las cifras de la OIC sugieren que, en la actualidad, Madagascar está en el puesto 23 frente a la producción mundial de café, con un volumen similar al de países como Camerún y Laos; sin embargo, la producción malgache de café tiene una diferencia clave: las estimaciones indican que una cantidad significativa del café cultivado en el país se consume internamente.

Para saber más sobre la producción de café en Madagascar hablé con dos expertos regionales sobre el tema. Sigue leyendo para conocer lo que me dijeron.

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Productoras de café en Madagascar

Breve historia de la producción de café en Madagascar

El café llegó a Madagascar procedente de Reunión, aproximadamente, a mediados o finales del siglo XIX. Los primeros datos sobre la producción de café son escasos hasta 1895, cuando los colonos franceses llegaron a la isla y tomaron el control de la industria. 

Los franceses pronto empezaron a promover su cultivo entre los pequeños agricultores malgaches y, en pocas décadas, el café se convirtió en el producto de exportación más importante de Madagascar. A principios de la década de 1930, ya era parte de la economía de la isla.

En 1947 estalló un conflicto por los recursos entre colonos franceses, nacionalistas malgaches y criollos de Reunión. La isla se independizó en 1960 pero su estrecha relación comercial con Francia preparó el camino para el crecimiento y la estabilidad del sector cafetero del país. 

Desde 1960 hasta los años ochenta, la producción de café malgache floreció y el país se convirtió en el octavo productor mundial. 

A principios de la década de 1970 se fundó el CAVAGI, un organismo gubernamental central que controlaba la venta y el precio del café, la vainilla y el clavo, productos todavía importantes en las exportaciones malgaches.

La situación empeoró a finales del siglo XX. El desplome de los precios a finales de la década de 1990, junto con las infraestructuras defectuosas para la producción de café, hicieron que muchos caficultores malgaches no pudieran seguir siendo competitivos en el mercado mundial.

La respuesta de muchos productores fue arrancar sus cafetos y dedicarse al arroz, una opción mucho más estable. A finales de la década de 1980, se estima que la producción de café malgache alcanzó un máximo de 1,1 millones de sacos de 60 kg; en la actualidad, esta cifra se acerca a los 500 000.

Productor de café en cultivos

La producción actual de café en Madagascar

James Wilkinson es experto en cafés de especialidad y propietario de Owani Coffee en Londres. Él afirma que el sector actual cafetero malgache ha sufrido la falta de inversión y de participación del sector público. También, señala que esto ha provocado una grave falta de conocimientos técnicos sobre la producción de café.

“Es muy difícil evaluar el alcance total de la producción”, dice. “La mayoría de los caficultores cultivan café para sus necesidades personales, sin ninguna orientación”.

En general, la mayor parte del café de Madagascar se cultiva en pequeñas fincas. En su mayoría, el café malgache es orgánico; sin embargo, James dice que no es por elección sino por falta de acceso a fertilizantes y otros insumos agrícolas.

Los caficultores suelen implementar el intercultivo y utilizan fertilizantes naturales para que la cosecha de café sea lo más natural posible. Esto fomenta la biodiversidad y el uso continuo de métodos de control de plagas silvestres.

En los últimos años, el éxito de Madagascar con otros cultivos de alto valor (como la vainilla y el clavo) ha generado cierto optimismo sobre el futuro del cultivo de café Arábica. En consecuencia, se cree que estos cultivos de lujo pueden servir como modelo para que Madagascar empiece a producir cafés de especialidad; no obstante, James afirma que será necesario un gran desarrollo antes de que eso ocurra. 

“Hay sociedades cooperativas locales; sin embargo, estas carecen de financiación y de interés general por parte de los caficultores”, afirma. “Los caficultores locales están acostumbrados en general a proteger sus propios intereses, debido, sobre todo, a la falta de apoyo del gobierno”.

Además, en Madagascar no existen grandes plantaciones o fincas de café para que sienten algún tipo de precedente para la producción organizada. Esto se debe a que, en los años setenta, se nacionalizaron muchas grandes fincas y se redistribuyeron las tierras entre las cooperativas. Aunque, cabe resaltar, que ya en ese momento las grandes fincas solo representaban el 5 % de la producción de café del país.

Cerezas de café en maduración

El perfil del café malgache

Madagascar es principalmente productor de Robusta. Esta especie representa alrededor del 90 % de toda la producción de café del país. El 10 % restante es Arábica. 

Robusta en Madagascar se cultiva en las regiones tropicales, entre 100 y 300 m.s.n.m., y se cosecha a partir de junio y julio. Es especialmente importante en la costa oriental, en regiones como Vatovavy, Fitovivany, Antalaha y Tamatave. También, se cultiva en Nosy Be, en el noroeste, cerca de Ambanja y junto al río Sambirano.

La mayor parte del café malgache se cosecha a mano y se procesa con el método natural ya que, según James, la disponibilidad de agua es un problema. Él señala que hay un pequeño volumen de café malgache lavado pero es “puramente experimental”. 

Como los caficultores tienen pocos conocimientos técnicos sobre la producción de café, muchos árboles de Robusta en el país están envejeciendo y tienen un promedio de 70 años. Esto significa que su rendimiento es bajo y son más susceptibles a las enfermedades. 

Arábica, por su parte, se cultiva a mayor altura en las tierras altas centrales de la región de Antananarivo, al igual que cerca del lago Alaotra. 

Jacques Ramarlah, un caficultor, dice que confía en que el Arábica del país pueda alcanzar el grado de especialidad.

“Algunos Q-Grader cataron y evaluaron nuestro café en la cosecha 2019/20 y lo calificaron con 83 y 84 [puntos]”, dice. “La taza era limpia y con cuerpo. Esperamos poder mejorarla”.

La Dra. Nicole Motteux es defensora del café sostenible y especialista en desarrollo cafetero. Ella dice que, además de Robusta y Arábica, Madagascar alberga otras especies de café silvestre; sin embargo, no se cultivan a ninguna escala y Nicole señala que muchas están amenazadas por la erosión del suelo y otros factores.

“De las 85 especies de café que están en la lista de las amenazadas, 47 se encuentran en Madagascar”, explica Nicole. “La mayor parte no tiene valor comercial pero aún es café”.

Caficultora en Madagascar

La exportación y el comercio de café en Madagascar

Las exportaciones de café en Madagascar están dominadas por un pequeño número de empresas, la mayoría de las cuales tienen fuertes vínculos con agencias de comercio internacionales (a menudo francesas); no obstante, hay algunos exportadores a menor escala que envían uno o dos contenedores al año. 

Aunque la CAVAGI fue un elemento fijo durante los años setenta y ochenta, la caficultura de Madagascar se liberalizó a finales de 1988, permitiéndoles a las empresas privadas exportar directamente el café. 

Desde entonces, la principal organización que rige las exportaciones de café es el Comite National de Commercialisation du Cafe (CNCC). Los nueve miembros del CNCC son elegidos por los exportadores de café autorizados, entre los que se encuentran diversas empresas internacionales.

“El mayor exportador de café es TAF”, dice James. “Sin embargo, no ofrecen café de una sola finca de Madagascar; solo ofrecen una mezcla”.

A pesar de ello, la opinión general es que el Robusta malgache es de buena calidad. Históricamente, el café ha sido reconocido por tener una sensación suave en la boca y un menor “sabor clásico de Robusta”, comparado con muchos otros orígenes.

Consumidores de café en Madagascar

Tendencias del consumo local

Nicole dice que muchos malgaches empiezan el día con algo llamado “andao hisotro kafe”, un café intenso que suelen servir los vendedores de los quioscos con una gran cantidad de leche condensada.

“Es lo más increíble que se puede experimentar”, dice. “Te levantas por la mañana y simplemente sales corriendo hacia un vendedor. Se despiertan por la mañana y simplemente preparan café. Los principales complementos son el mokary (pasteles de arroz), el mofo baolina (bolas de rosquilla fritas) y el menakely (rosquillas de anillo)”.

Además, una parte importante del café malgache se consume dentro del país. Esto significa que los sacos de café verde se ven comúnmente en los mercados locales; Nicole dice que cualquiera puede comprarlos y tostarlos para su venta o consumo individual. 

“La venta de café es un medio de supervivencia y de independencia para aquellos que pueden manejar las largas horas y el trabajo con habilidad y tenacidad”. “Vender café en la calle es una forma fiable de generar unos ingresos muy necesarios, especialmente para las mujeres y las familias más pobres”.

Hay algunas tiendas de café establecidas en todo el país pero el mayor porcentaje del consumo lo aportan los quioscos al costado de las calles. Las empresas de tueste de café son prácticamente inexistentes.

“Hay varias tiendas de café de lujo, sobre todo en las grandes ciudades, las cuales ofrecen experiencias con el café, y que están un poco por encima de los simples quioscos de madera que hay por todo Madagascar”, añade Nicole. “Una de las más famosas es La Pâtisserie Colbert de Antananarivo, conocida por su magnífico café, chocolate y postres malgaches”.

Vendedora de café en Madagascar

Desafíos y perspectivas

Uno de los problemas más preocupantes para la producción de café malgache es la deforestación. Muchos caficultores practican técnicas de cultivo de “tala y quema”, y el uso de sistemas agroforestales es limitado.

Según Nicole, los ríos “se tiñen de rojo” debido a la excesiva erosión del suelo provocada por la deforestación. Los murciélagos frugívoros y los lémures, que desempeñan un papel importante en la dispersión de semillas y la fertilización de las plantas, también están perdiendo sus hábitats.

Más allá de la deforestación, también es un problema la edad de los cafetos de Robusta en el país. Debido a su escaso rendimiento y a sus granos más pequeños, la percepción mundial del café malgache se ha desplomado.

“La industria del café solo sobrevive gracias al apoyo de los compradores extranjeros”, afirma James. “El camino a seguir es invertir recursos en educar a los caficultores locales, dándoles la capacidad de vender el café fuera del mercado local”.

Desgraciadamente, añade, hay un problema importante con la barrera lingüística en el país. Muchos caficultores no hablan más que malgache, lo que dificulta la educación y la asistencia técnica. Para evitarlo, James afirma que la participación del sector público es esencial.

Preparación de café en Madagascar

Aunque Madagascar produce cientos de miles de sacos de café, la mayor parte se consume y se comercializa localmente. En consecuencia, la isla está lejos de convertirse en un referente del café de especialidad.

El café en sí es ciertamente popular en la cultura malgache pero este consumo doméstico por sí solo no puede sostener ningún avance real para el sector de la producción del país. Por medio de educación, inversión y participación del sector público podría producirse un cambio en el sector cafetero malgache para volver a los niveles de mediados del siglo XX.

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Crédito de las fotos: Dr Nicole Motteux.

Traducido por Tati Calderón. Traducción editada por Alejandra Soto. 

PDG Español

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