¿Cómo está evolucionando la cultura del café en Malasia?
Actualmente, en Kuala Lumpur, las tiendas de café de especialidad no son poco comunes. A pesar de la histórica popularidad del tradicional kopitiam, las cosas están empezando a cambiar. Las cadenas y las tiendas de café independientes están modificando la forma en que muchos malayos consumen café en público.
El aumento de los precios de los alquileres y los cambios más amplios en el consumo mundial de café están, en gran medida, detrás de esta tendencia pero hay otros factores por considerar. Malasia no es en absoluto una potencia en la producción de café, su volumen de producción la sitúa cerca del puesto 60 del mundo, aunque ocupa una posición única como gran productor de café Liberica.
Para saber más sobre la cultura del café en Malasia, cómo está cambiando y cuáles son algunos de los retos que enfrenta el país, hablé con Shaun Liew, Jason Loo y Mirwan Badri. Sigue leyendo para conocer lo que me dijeron.
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Café malayo y el kopitiam
A pesar de estar técnicamente en el cinturón del café, Malasia no tiene fama de ser un país de origen de café. Sus volúmenes de producción son bajos y no han dejado de disminuir desde finales del siglo XX.
A finales de la década de 1990 y a principios del 2000, según algunas fuentes, el volumen de producción de café de Malasia se acercaba a las 40 000 toneladas. En la actualidad, se estima que esta cifra oscila entre 3000 y 4000 toneladas.
Las razones de esta situación son discutidas pero, en gran medida, son una combinación entre la aparición de otras exportaciones agrícolas lucrativas (incluido el aceite de palma), técnicas de gestión de terreno no sostenibles y el aumento de los costos laborales.
Además, Malasia cultiva principalmente café Liberica. Aunque Liberica es la tercera especie más popular del género Coffea, representa menos del 1 % de todo el café cultivado en el mundo. Esta variedad se cultiva en su mayoría en el sudeste asiático, sobre todo en Malasia y Filipinas, y se consume casi en su totalidad dentro del mismo país ya que la demanda internacional es mínima.
Aquí es donde entra el kopitiam. Un kopitiam es una cafetería tradicional o un quiosco al aire libre que ofrece mezclas económicas de café de producción local. En Malasia, estas mezclas suelen ser de Robusta y Liberica, y se tuestan con margarina de aceite de palma con el fin de darles aromas y sabores ricos y mantecosos en taza
Sin embargo, según Bloomberg, la supervivencia del kopitiam es “precaria”. Los elevados precios de los alquileres en la capital de Malasia están disparando los costos. Esto los obliga a entrar a un mercado competitivo en el que las cadenas más grandes, que operan a escala, tienen márgenes de café mucho más altos.
Paralelamente, la cultura del café de la tercera ola llegó al país hace aproximadamente una década y está empezando a atraer a una base más amplia de consumidores urbanos jóvenes, lo que supone una amenaza para los clásicos quioscos de café de Malasia.
Tueste e importación
Aunque las tiendas de café de la tercera ola son cada vez más comunes en Kuala Lumpur, no ha ocurrido lo mismo con los tostadores de café de especialidad. Jason Loo ha sido tres veces campeón de barismo de Malasia, en 2013, 2015 y 2017. Él dice que hay un “grupo de tostadores [especializados] más grandes” en Kuala Lumpur.
“Hay quizás cinco o diez que trabajan con volúmenes más grandes, y luego solo un par de grandes tostadores comerciales que suministran a hoteles y otros lugares”, dice. “Hay muchos microtostadores que solo tuestan para su propia tienda, pero eso es todo”.
¿A qué se debe esto? En Malasia es muy difícil para los futuros tostadores importar café verde de ciertos países. Los comerciantes y tostadores solo pueden importar granos de una lista selecta de países “registrados”, e incluso así, la importación es un proceso burocrático complejo.
Mirwan Badri es el propietario de Buna Market y Coffee Marketplace. Él explica que, aunque se puede importar café verde de Brasil, Colombia, Guatemala y Etiopía, comprar de otros orígenes es mucho más difícil. Él dice que Panamá, Ecuador, Bolivia, Perú, la RDC y Yemen, por ejemplo, están prohibidos.
“El procedimiento de importación es muy complicado”, añade. “En primer lugar, se necesita una licencia de importación adecuada, que solo se puede obtener en el Ministerio de Agricultura”. “Te exigen que muestres pruebas de la finca, dónde está exactamente, quiénes son los caficultores, cómo se cosechan los cafés, cómo se almacenan, cómo se trillan… necesitas fotos, contactos y una explicación de todo”.
Esta información puede ser difícil de conseguir para los tostadores que se abastecen de café verde desde el otro lado del mundo; Mirwan me cuenta que hace unos ocho años intentó importar café de Kenia. Él dice que el proceso de solicitud le llevó un mes entero. ¿Qué pasó cuando finalmente llegó a Malasia? “La aduana decidió que no podía entrar porque nadie lo había traído antes”, dice. “Lo cual no era cierto”.
Sin una buena variedad de café verde de calidad especial, les puede resultar más difícil prosperar a los tostadores de café de la tercera ola; sin embargo, Mirwan añade que esto no significa que el tueste de café en Malasia no esté cambiando.
Como propietario de un mercado de café en línea, Mirwan ha visto un enorme aumento de tostadores caseros y propietarios de tiendas de café que compran y tuestan su propio café, especialmente en los dos últimos años.
“Sii se habla específicamente de café de especialidad, no creo que la mayoría de los nuevos tostadores de café trabajen con granos de calidad especial”, dice. “Ha habido mucha gente que ha comprado granos verdes en Shopee y Lazada (mercados en línea similares a Amazon o Alibaba)”.
“La mayor parte del café que se vende ahí es de cosechas pasadas o de grado comercial, lo que podría apuntar a un aumento en el volumen… Sin una plataforma como esta, la importación de café verde es una verdadera molestia”.
En este sentido, Mirwan afirma que la mayoría de los tostadores, en crecimiento o más recientes de Malasia, no afirman que tuesten café especial sino que se limitan a calificar su café como “recién tostado”.
Liberica: ¿hay una oportunidad?
Entonces, sin la capacidad de importar café verde sin contratiempos, ¿qué otra cosa pueden hacer los tostadores malayos?
En los últimos años, algunos han empezado a experimentar con Liberica como una oportunidad potencial. Liberica puede producir una gama de sabores en taza pero no está exenta de dificultades. En primer lugar, la cosecha de Liberica tarda más tiempo porque las plantas son arbóreas (similar a los árboles) en lugar de arbustivas. Las cerezas de Liberica también tienen una pulpa muy gruesa y dura alrededor de sus semillas, que a su vez son difíciles de tostar.
Shaun Liew fue el campeón de filtrados de Malasia en 2017 y 2019, y es el propietario de Wizards at Tribeca y Yellow Brick Road en Kuala Lumpur. Él me cuenta que My Liberica, una tienda de café en Johor (la región donde se cultiva la mayor cantidad de Liberica), ha empezado a experimentar con la especie.
My Liberica tiene su propia finca de café asociada y en su sitio web figura como el “primer productor de Liberica de especialidad en Malasia”, fundado en 2011. Según Shaun, utilizan el procesamiento natural, lavado y miel para sus granos de Liberica. Los naturales suelen tener notas a vino y sabores a jaca, mientras que los de procesamiento miel pueden saber a avellana y chocolate.
A pesar de estas innovaciones, el interés local por Liberica de especialidad sigue siendo escaso. Además, las dificultades para cosechar las cerezas, eliminar la pulpa dura y conseguir el perfil de tueste adecuado hacen que, incluso cuando se cosecha, se procesa y se vende Liberica de calidad, sea cara.
“El café verde Liberica [acaba costando] casi el mismo precio que los granos etíopes Grado 1”, explica Mirwan. “No podemos permitirnos vender Liberica nacional al mismo precio que algo que hemos importado”.
Naturalmente, los clientes locales se preguntarán por qué el café verde nacional tiene el mismo precio que el importado de origen reconocido y lo más probable es que elijan este último.
Mirwan añade que existe una falta de conocimiento e información generalizada sobre cómo Liberica debe procesarse y tostarse, lo que afecta tanto la calidad como la demanda. “Lo que sabemos sobre Arábica viene de los expertos; es mucho más fácil cuando hay una referencia”, explica. “No tenemos a nadie que nos diga cómo tostar Liberica”.
En última instancia, a pesar de la posición única de Malasia como productor de Liberica, Shaun, Jason y Mirwan coinciden en que la clave para seguir creciendo es centrarse en la producción de Arábica de mayor calidad.
Cultivo de arábica de especialidad: un campo pequeño pero creciente
Hay dos regiones emergentes de cultivo de café en Malasia: Sabah y Sarawak. La primera, en particular, es conocida por su Arábica.
Mirwan afirma que en Malasia la producción de Arábica de calidad especial es razonablemente nueva. La mayor parte de las plantas de Arábica del país fueron eliminadas durante la epidemia de la roya, a finales del siglo XIX, y fueron rápidamente sustituidas por Liberica.
En la actualidad, un pequeño grupo de productores está plantando híbridos de Catimor y Típica, ejerciendo un gran cuidado en su cultivo y experimentando con una serie de métodos de procesamiento; no obstante, Shaun explica que muchos son todavía inexpertos.
“Los árboles [Arábica] no existían antes allí”, dice. “Se acaba de entregar plántulas a los caficultores para que las planten en estas regiones”.
Mirwan explica que Liberica es un cultivo heredado por las familias durante generaciones. No ocurre lo mismo, dice, con Arábica. “Muchos de estos caficultores [de Arábica de especialidad] tienen entre 20 y 30 años”.
Todos los entrevistados señalan, también, que este café ha empezado a tostarse y prepararse en las zonas cercanas a su cultivo. A pesar de que se trata de un movimiento muy joven en Malasia, Jason afirma que “la gente está entusiasmada con el café”.
Al igual que muchos otros países del sudeste asiático, Malasia tiene una interesante historia de cultivo de café y una cultura cafetera única. A pesar de que la producción de café no es actualmente una perspectiva tan lucrativa como lo fue en el pasado, es evidente la intención de revitalizarla.
El interés nacional por el consumo de café parece que seguirá siendo alto. La aparición de tiendas de café de la tercera ola en lugares como Kuala Lumpur está impulsando un cambio en cómo, dónde y por qué los malayos beben su café. Aunque todavía hay espacio para que crezca el tueste de café y la producción de Arábica de calidad especial, está claro que será un mercado interesante para observar.
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Crédito de las fotos: Jason Loo.
Traducido por Tati Calderón. Traducción editada por Alejandra Soto.
PDG Español
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