Exportar café verde por vía aérea: ¿Cuándo es la mejor opción?
El café es uno de los productos básicos más comercializados en todo el mundo. El transporte por vía marítima siempre ha sido la opción más económica y viable para trasladar grandes cantidades de sacos entre diferentes países y continentes.
Sin embargo, en algunas ocasiones o bajo determinadas circunstancias, el transporte aéreo puede representar una mejor opción para el productor a la hora de hacer llegar su café al tostador o comprador final.
Pero, ¿cuándo es recomendable exportar café por vía aérea? ¿Y cómo hacerlo? El mercado de cafés de especialidad y el mundo de las competencias y concursos de calidad plantean estas preguntas a productores y empresarios. Para conocer las respuestas, hablé con tres expertos en la exportación de café por vía aérea de Centroamérica. Sigue leyendo para conocer más.

Exportar café por vía marítima
“Consolidar un contenedor” es una expresión muy común utilizada a la hora de exportar café por vía marítima. Para la exportación del café, generalmente se usan contenedores de 20 o 40 pies que deben ser inspeccionados físicamente para verificar la limpieza y seguridad. La manera en que se empaca el café es esencial para su conservación y para ello, usualmente se utilizan bolsas plásticas con características específicas y sacos de yute.
Es muy importante que el contenedor esté protegido contra la humedad, ya que un trayecto marítimo puede durar hasta ocho semanas durante las cuales las temperaturas y condiciones climáticas pueden ser extremas.
Por otro lado, cuando el café se transporta por vía aérea, el tiempo de transporte se reduce considerablemente y la carga viaja protegida dentro de la bodega de un avión, por lo cual la exposición a la humedad y al calor es mucho menor que en el transporte marítimo. Aun así el transporte por mar sigue siendo el más utilizado. Pero, ¿cuáles son los motivos?
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Volumen y costo
Según las últimas cifras de la Organización Internacional del Café, entre enero y junio de 2021, se exportaron entre 9 y 12 millones de sacos de café, principalmente por vía marítima.
Esta modalidad permite transportar grandes volúmenes de café. Un contenedor de 20 pies puede transportar alrededor de 19 toneladas, y uno de 40 pies puede albergar alrededor de 25 toneladas de café, ya que debe considerarse la colocación y el flujo de aire entre los sacos para disminuir la condensación resultante de los cambios de temperatura.
Generalmente, los exportadores esperan cargar un contenedor completo para que el café no vaya junto a ningún otro producto que pueda alterar sus características. Sin importar si se trata de café de especialidad o de calidad comercial, el café es un producto higroscópico (que absorbe la humedad) y por ello, el contacto con otros productos puede alterar su sabor, olor y calidad.
En cuanto al costo, este puede variar dependiendo el puerto de origen y destino, pero por lo general, solo el transporte de un contenedor de 20 pies entre Centroamérica y Europa, puede costar alrededor de USD 1500 (estimación de un envío entre el puerto de Balboa, Panamá y el puerto de Barcelona). Muchas compañías permiten hacer cotizaciones en línea para cada servicio en particular.
Dependiendo de la cantidad a transportar, los costos del flete marítimo, a pesar de las noticias sobre su incremento, son mínimos, en comparación con los costos del transporte aéreo. Pero el precio no siempre es un factor determinante.
Conoce cuál es el costo de exportar café.

Exportar cantidades pequeñas
El transporte por vía aérea presenta dos inconvenientes: no permite desplazar los volúmenes de café que se pueden transportar en un barco y los costos son mucho mayores que en el transporte por mar. Pero en ocasiones, puede ser que necesario exportar bajas cantidades, que pueden ser microlotes o volúmenes reducidos de cafés vendidos en subastas o ganadores de competencias.
Stefan Müller es productor de cafés de variedad Geisha y otros cafés especiales en la finca Don Benjie, en El Boquerón, Panamá. En 2020, obtuvo el tercer lugar en el concurso Best of Panamá, con un Maragogipe de 89 puntos. Este café fue subastado y enviado a Australia en avión, como muchos de los granos que Café Don Benjie comercializa, especialmente a países de Asia y Oriente Próximo.
“Cuando vendes cafés finos, de entre U$15 y U$40 la libra, los clientes no compran cantidades grandes y en ese caso piden que se les envíe por avión, me cuenta Stefan.
“Las ventajas que se tienen con el envío aéreo es que primero, el envío llega más rápido. Además, la temperatura del café se mantiene un poco mejor, ya que en el transporte por mar el contenedor puede llegar a ponerse muy caliente, aunque no se tiene conocimiento de que esto afecte el café. Lo [perjudicial] es la humedad y por eso lo empacamos al vacío”.
¿Podría enviarse este café en barco sin comprometer la calidad? Stefan hace hincapié en que, en cualquiera de las modalidades de transporte, empacar el café al vacío es clave para preservar la calidad, especialmente en el caso de cafés de muy alta calidad o puntajes elevados.
“No es un riesgo utilizar el transporte marítimo para estos cafés. A los clientes eso no les ha preocupado en términos de calidad. Los clientes prefieren el transporte aéreo porque están comprando cantidades pequeñas y en esos casos no tienen otra opción que utilizar la vía aérea”.

Tiempos de envío vs. Precio
El transporte de café por vía marítima requiere de varias semanas, dependiendo del destino, para llegar a su cliente. Pero si a ello se suma la necesidad de enviar el café junto con el de otros productores para consolidar un contenedor, el tiempo de espera aumenta.
Cuando se habla de un café costoso, vendido en una subasta o requerido para una competencia de café, un tiempo de llegada largo es una situación poco deseable para el comprador.
“A los clientes les urge su uso inmediato. Entonces en lugar de esperar dos, cuatro, hasta ocho semanas, dependiendo del destino, (…) y por el uso específico que le dan al café, lo necesitan de forma rápida. Es por eso que pagan por el envío aéreo”, me cuenta Francisco Mena, propietario de Exclusive Coffees, una plataforma de servicios de exportación de cafés especiales en Costa Rica.
“Son envíos que deben llegar muy rápido porque son utilizados en competencias de barismo, competencias de tostado. Son en general cafés de altísima calidad”.
Dado que la rapidez es la razón principal por la cual se elige el transporte aéreo, si bien el costo es superior, en proporción al precio que se paga por la calidad del café, es justificable.
“En su mayoría, los cafés que enviamos por vía aérea son cafés de altísima puntuación, cafés de procesos de fermentación muy especiales”, comenta Francisco. También me explica que el incremento en las ventas de café por suscripción ha aumentado la necesidad de exportar el café por vía aérea, ya que los tostadores incluyen en sus ofertas cafés de temporada o ediciones especiales cuyas ventas tienen un plazo de tiempo determinado.
“Los clientes que pagan un premio por cafés muy finos están dispuestos en pagar el flete aéreo que obviamente es más caro que un flete marítimo, pero al comprar cantidades pequeñas prefieren el envío por avión” agrega Stefan.
En estos casos, es el cliente quien solicita el transporte vía aérea y quien cubre el costo del flete, incluido en la factura comercial expedida por el productor o exportador. El valor del envío es determinado por la empresa transportadora.
La vía aérea también es la modalidad principal para exportar café tostado en el origen o cafés vendidos en línea a otros países.

Un proceso sencillo
En el envío de cafés de especialidad por avión, las opciones son muy claras y simples: los productores y exportadores utilizan los servicios de compañías de envíos internacionales.
Sandra Miró, Gerente General de DHL en Panamá, me comenta que la compañía se ha convertido en un aliado importante de la industria del café en Panamá. “Sabemos que la rapidez es fundamental para que el café llegue en buenas condiciones, manteniendo su calidad y brindando una buena experiencia de compra al consumidor final”, dice.
Stefan me explica que siempre cotizan con diferentes empresas transportadoras para elegir el mejor precio, con el fin de ofrecer al cliente la opción más conveniente. Los costos de envío incluyen, por lo general, un seguro a todo riesgo y los costos y trámites de nacionalización en el país de destino.
Sandra lo confirma y comenta que en el caso de DHL, ofrecen la opción de Protección del Valor del Envío con cobertura hasta el 100% del valor declarado. “Además, ofrecemos el servicio Delivery Duty Paid (DDP), que permite al exportador asumir el trámite de liberación y pago de aranceles desde origen, sin incomodar a su cliente final en destino”.
En cuanto al Incoterm que se utiliza en el caso de los envíos vía aérea, tanto Stefan como Francisco me confirman que Franco a Bordo (FOB) es el más utilizado, ya que es el que más se ajusta al transporte aéreo, a los términos y condiciones de la empresa transportadora y ofrece mejores garantías tanto a quien envía como a quien recibe la carga.

Preparar el envío y reglamentación
Stefan insiste en que sin excepción, el café debe empacarse al vacío. “El peor enemigo del café es la humedad” dice, y menciona además la importancia de utilizar bolsas específicas durante el reposo previo al envío, para mantener el café siempre en un ambiente estable.
Por lo general los paquetes de café empacado al vacío son de 30 o 50 libras y cada paquete se coloca dentro de una caja debidamente etiquetada.
En cuanto a la documentación, se debe tener en cuenta que, a pesar de ser un proceso más rápido, la exportación de café por avión tiene los mismos requisitos y documentación que un envío por vía marítima
“Hay que cumplir con todas las regulaciones que requiere el país para exportar. Hay que hacer una liquidación de exportación para el gobierno y [tramitar] los certificados de origen, me explica Stefan.
”A la liquidación de exportación y los certificados de origen, anexamos la factura comercial y el Air Waybill que emite la línea aérea o la empresa de envíos”. El Air Waybill o carta de porte aéreo es un documento que acompaña el envío y proporciona información detallada y necesaria para su seguimiento. Además, no hay que olvidar el registro sanitario requerido para la nacionalización del café en el país de destino.
Es importante tener en cuenta la reglamentación en el país de origen. Por ejemplo, en Colombia, la exportación de café en pequeñas cantidades es limitada, por lo cual el productor debe informarse al respecto, contactando con la organización que regula la industria cafetera en su país.
Francisco me cuenta que la demanda por cafés muy finos por parte de los microtostadores ha creado numerosos nichos en el mercado, que se están cubriendo con la producción de cafés de especialidad en Latinoamérica. Stefan me cuenta que en países como Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, el interés por el café de especialidad crece cada día.

El mercado de los cafés de alta calidad requiere versatilidad y nuevas formas de operación por parte de exportadores y productores. Una de ellas es la exportación por vía aérea.
Para hacerlo, es necesario tener en cuenta los costos, informarse sobre la legislación local, elegir la opción más conveniente y preparar el café de manera adecuada para evitar alteraciones en la calidad y satisfacer la demanda del comprador en el país de destino.
¿Disfrutaste este artículo? Entonces conoce los aspectos básicos de la exportación de café.
Crédito de las fotos: Sergio Ochoa, Café Don Benjie, Deutsche Post AG DHL, Thanasis Papazacharias.
PDG Español
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