26 de junio de 2021

“Nyumba Kumi Kahawa”: la iniciativa que rejuvenece la producción de café en Kenia

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Kenia es un importante productor mundial de café desde hace más de 100 años. Aunque el cultivo no se introdujo en el país hasta finales del siglo XIX, la reputación del café keniano creció rápidamente en las décadas posteriores.

Sin embargo, en las últimas tres décadas, las cifras de producción han disminuido debido a la inestabilidad de los precios, una brecha generacional y los problemas relacionados con el clima del país. Se calcula que en 1986, Kenia representaba el 3,1% de todo el café cultivado en el mundo. En la actualidad, la cifra ha disminuido alrededor del 0,5%.

Desde el inicio del descenso, ha habido una serie de intentos por parte de organizaciones tanto públicas como privadas para revitalizar el sector. Muchos de ellos han sido infructuosos. Se han desperdiciado miles de millones de chelines kenianos y los caficultores han sufrido. Algunos incluso han optado por abandonar la producción de café en busca de fuentes de ingresos más estables.

Sin embargo, en medio de la incertidumbre, algunos caficultores han estado explorando nuevas formas de reactivar la producción de café. Un enfoque que ha resultado eficaz es la iniciativa “Nyumba Kumi Kahawa”. Sigue leyendo para saber en qué consiste.

También te puede interesar nuestro artículo sobre la brecha generacional en la caficultura en Kenia.

Orígenes: la primera iniciativa Nyumba Kumi

La iniciativa Nyumba Kumi, expresión que significa “diez casas” en suajili, se introdujo inicialmente como un modelo de política comunitaria. Fue diseñada para complementar la política de seguridad del gobierno keniano.

La iniciativa se puso en marcha como una forma de hacer frente a la violencia. Reunía a grupos de diez hogares para formar una especie de seguridad vecinal que disolviera cualquier pelea.

En 2017, un pequeño grupo de caficultores tomó prestada la iniciativa Nyumba Kumi en un intento de revitalizar el sector cafetero del país. La idea era similar: los productores locales de café se unirían en grupos para apoyarse mutuamente.

Tras un comienzo modesto, el número de fincas en estos grupos aumentó gradualmente a tres, luego a cuatro, luego a cinco y después a diez. Estos grupos empezaron a buscar estaciones de lavado para procesar su café en grupos, reuniendo recursos de todos para mantener los costos manejables para cada miembro individual.

Los funcionarios de una sociedad de caficultores visitaron las fincas de los grupos Nyumba Kumi Kahawa como parte de los requisitos de admisión. Se sorprendieron al comprobar que estaban bien organizadas y que producían un café de gran calidad. Hasta ese momento, la zona que representaban tenía una mala reputación por el abandono y la negligencia de sus fincas de café.

Los miembros de Nyumba Kumi Kahawa buscaron entonces una sociedad de caficultores, la cual aceptó ayudarles a procesar, exportar y comercializar los cafés. A cambio de la afiliación, la sociedad les garantizó que asumirían las responsabilidades del procesamiento y la venta.

Esta era una perspectiva atractiva para los caficultores de Nyumba Kumi Kahawa, ya que la sociedad exportaba el café directamente a un importante importador europeo.

Peter Gicuki es un joven miembro de la iniciativa Nyumba Kumi Kahawa. Él dice que, hasta que se creó el grupo, estuvo a punto de abandonar por completo la producción de café.

Dado que la brecha generacional en la producción de café en Kenia ya es un problema importante, esta iniciativa le demostró a él y a otros jóvenes caficultores que había potencial para su finca. Le mostró que había otros en su zona con quienes podía colaborar.

“Cuando heredé mi finca de café, mi primer instinto fue arrancar toda la plantación y plantar otros cultivos”, dice. “Ahora me alegro de no haberlo hecho. El café paga todas mis facturas y ahora puedo permitirme una vida mejor”.

Retos para los productores de Nyumba Kumi Kahawa

A pesar de los progresos que han hecho los productores en estos grupos, el sector del café en Kenia sigue enfrentándose a una serie de retos. En particular, la mayoría de las variedades de café cultivadas en Kenia siguen siendo muy susceptibles a las plagas y enfermedades.

Los brotes de roya del café son especialmente frecuentes. Causada por el hongo Hemileia vastatrix, la roya del café puede devastar fincas enteras. Aunque se cree que se originó en el este de África, se ha extendido por todo el mundo; en 2012, se declaró una epidemia de roya en América Latina y el Caribe.

El trabajo que supone el control y la prevención de la roya del café se traduce en última instancia en mayores costos de producción para los caficultores. Deben dedicar mano de obra y otros recursos a mitigar su propagación (a menudo, replantando los cafetales infectados con híbridos resistentes a las enfermedades) o arriesgarse a perder toda su cosecha.

Sin embargo, estos costos de producción mayores no se trasladan al consumidor solo porque la variedad sea resistente a las enfermedades. Por el contrario, son los productores quienes en última instancia asumen el costo.

Para hacer frente al problema de la roya del café, los esfuerzos colectivos de los cafeteros kenianos han dado lugar a una estrategia conocida como “top-working”.

El “top-working” es un método de propagación vegetativa en el cual los productores convierten árboles maduros de Arábica de variedades más susceptibles en variedades modernas resistentes a las enfermedades, como Ruiru 11 o Batian, sin tener que arrancarlos o replantarlos. 

Esta es una práctica común entre los caficultores de Nyumba Kumi Kahawa, ya que es relativamente económica y mantiene la cosecha del árbol original hasta que esté listo para la poda.

Otro reto es el transporte de las cosechas desde las fincas hasta la estación de lavado. La mayoría de los miembros de Nyumba Kumi Kahawa se encuentran increíblemente lejos de la estación utilizada por la sociedad de caficultores, lo cual aumenta el costo de la producción.

La sociedad ha encontrado una forma de evitarlo. Deduce un pequeño porcentaje del precio de venta final a cambio de transportar las cerezas de los caficultores a la estación de lavado.

La sociedad envía vehículos para recoger las cerezas de cada uno de los grupos de Nyumba Kumi Kahawa. Cada grupo tiene asignado un punto de encuentro. La sociedad recoge las cerezas y las procesa de forma centralizada.

Esto ha demostrado ser una forma de operar mucho más sostenible tanto para los caficultores como para la sociedad. Demuestra cómo la colaboración y el entendimiento mutuo han conducido a una relación más productiva. 

También, ha animado a las personas a replantearse su visión de la producción de café como una fuente sostenible de ingresos. Julius es un caficultor de 26 años que se ha unido recientemente a la iniciativa. Él dice que antes de Nyumba Kumi Kahawa, nunca pensó que fuera posible cultivar café. 

“Acabo de alquilar una finca abandonada por seis años y ya he terminado de limpiar y plantar 135 plántulas de SL-28”, dice. “Espero plantar 65 más cuando empiecen las lluvias”.

Nyumba Kumi Kahawa: el futuro

Para los productores de café de Kenia, los beneficios de la iniciativa Nyumba Kumi Kahawa son evidentes. En los próximos meses y años, los miembros creen que la iniciativa no hará más que extenderse y fortalecerse.

Ellos dicen que los caficultores más jóvenes están empezando a renovar su interés por la producción de café y están aprendiendo nuevas formas más sostenibles de cultivarlo.

Sin embargo, los fundadores de Nyumba Kumi Kahawa aún sienten que tienen trabajo por hacer. Aunque el ritmo de descenso se ha estabilizado, la producción de café volvió a caer en la cosecha 2019/20. Todavía no se acerca a la producción de hace unas décadas.

En el condado de Machakos, a unos 63 km al sureste de Nairobi, más del 75% de los caficultores activos en la década de 1980 han abandonado por completo la producción de café y se han dedicado a otros cultivos.

Para los grupos Nyumba Kumi Kahawa, es increíblemente importante seguir instando a los caficultores a unirse y formar sus propios grupos de diez.

John Mwangi es uno de los fundadores de la iniciativa. Él me cuenta que, en particular, su atención se centra en las generaciones más jóvenes. Me dice también que les animan a “abrazar un nuevo amanecer” de la producción de café.

“Ha sido una lucha desde el principio, y a veces pensamos que no merecía la pena”, dice John. “Pero cuanto más amarga es la lucha, más dulce es la victoria. No nos detendremos hasta que nuestros sueños se hagan realidad”.

La producción de café en Kenia ha sufrido en las últimas décadas. Antes considerada como un cultivo comercial vital, las enfermedades, los problemas climáticos, la brecha generacional y la inestabilidad de los precios han hecho que la producción de café sea, en gran medida, insostenible para los caficultores que antes dependían de ella.

Sin embargo, el trabajo duro y los esfuerzos de los grupos Nyumba Kumi Kahawa en los últimos años han demostrado que se puede inyectar nueva vida al sector cafetero keniano.

No solo han encontrado formas más productivas de acceder a los programas de asistencia técnica, reducir sus costos y defenderse de las enfermedades, sino que también han hecho renacer la pasión por la producción de café entre las generaciones más jóvenes. Y a medida que estos grupos se desarrollan, la evidencia de que la producción cafetera keniana está en vías de recuperación no hace más que aumentar.

¿Disfrutaste este artículo? Entonces lee nuestra guía sobre la producción de café en Kenia.

Crédito de las fotos: Datakid Musicman, Peter Gakuo

Traducido por Tati Calderón. Traducción editada por María José Parra.

PDG Español

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