6 de enero de 2021

Cómo dividir tu producción de café en lotes y mejorar tus ingresos

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El café es un producto que se comercializa según su calidad. Para maximizar las ganancias de una finca cafetalera, un caficultor puede considerar producir lotes diferentes de café. Al hacerlo, es posible obtener mejores precios por los cafés de mejor calidad.

Pero, ¿qué es un lote de café? ¿Cómo se puede dividir? ¿Cómo diferenciar la producción según la calidad? y ¿Cómo esto puede ayudar a obtener mayores ingresos?

Para responder a estas preguntas, hablé con Anna Fortín, directora nacional de Rainforest Alliance Honduras y Dulce Romero García cofundadora y Gerente de Comercialización y Servicio al Cliente de Ambrosía Café y Miel. Sigue leyendo para conocer lo que me dijeron.

¿Qué es un lote de café?

En la industria cafetera, existen varias definiciones para el término “lote”. Anna me dice que, “se refiere a un volumen de café verde exportable que en Honduras corresponde a 250 o 275 sacos de 69 kilogramos, equivalente a 375 y 412.5 quintales de café oro respectivamente envasado en sacos de yute o a granel”.  Cada país tiene su propio estándar de peso para lo que considera un lote de existencias de café.

El término también puede referirse a una partida de café identificada, empacada y almacenada en sacos clasificados según el peso, el origen, la ubicación de la finca, la variedad de café, el método de procesamiento y otros parámetros.

Lotes de café

¿Qué tan grande debe ser un lote para poder dividirlo?

Anna afirma que “un lote se puede dividir en tantas partes como el comprador lo indique, clasificándolas por marcas, microlotes, alturas, nanolotes, y procedencia de acuerdo con las regiones de producción”.

En el caso de la producción de café especial, dependerá de la demanda que tenga el productor en el mercado internacional y la aceptación del producto a nivel de los consumidores. 

Por otra parte, Dulce me cuenta que, “existen varios tipos de lotes de café y esto se determina según la calidad y disponibilidad del mismo”. 

“Muchas veces, mientras más pequeño es el lote mayor es su calidad; y esto se da porque esa partida de café proviene de alguna variedad especial o tuvo algún proceso y manejo distinto y por ello la cantidad disponible es menor”.

Diferenciación según la calidad

Dulce me dice que, “la calidad del [café] se determina por medio de un análisis de [cata], el cual es una especie de ‘radiografía’ que revela la calidad del grano y el manejo de los distintos procesos que se dan desde que se siembra la planta hasta que se sirve el producto final. Según el puntaje de [cata], el café puede entrar en una categoría de precio mayor”.

La diferenciación más común que se suele realizar es entre café de calidad comercial y café de especialidad. De hecho, muchos caficultores suelen dividir su producción de esta manera, ya que el café de alta calidad les puede ayudar a obtener mejores precios con el fin de aumentar las ganancias y no depender completamente del precio de mercado.

Un café de calidad comercial suele tener características menos sobresalientes. Generalmente, no cuenta con notas de sabor definidas o agradables, puede ser la merma o residuo del café de calidad superior, e incluye granos defectuosos que han sido separados de un lote de café seleccionado y granos que no alcanzan un tamaño de malla determinado. 

También, puede ser producto de la falta de nutrición del grano, enfermedades de la planta, un manejo de las diferentes etapas del proceso de café, almacenamiento inadecuado, defectos de tueste, entre otros factores.

Por otra parte, un café especial o diferenciado es un café que cumple con características específicas de calidad, que van más allá de la altura a la cual se cultiva, me dice Dulce. Producir este tipo de cafés requiere de un trabajo minucioso y controlado, desde el proceso de desarrollo de la planta y la recolección de los frutos en su punto óptimo de maduración, hasta un manejo adecuado en el beneficio húmedo y seco. Además, durante el almacenamiento, se debe garantizar que el café se mantenga libre de contaminación, olores y humedad. 

“El café es un producto que encuentra su espacio según el segmento del cliente al que va dirigido sea este especial o comercial”, me explica Dulce. Además, el café especial se puede clasificar en lotes, microlotes o nanolotes, teniendo en cuenta criterios como un cierto rango de puntaje de cata, el café cultivado en un área específica de la finca, entre otros.

Los microlotes no suelen producirse en cantidades mayores a 20 sacos, mientras que los nanolotes, generalmente alcanzan un máximo de 5 sacos e incluso, pueden ser solo de unos pocos kilos. Según la revista en línea Forumcafé, este tipo de cafés equivale al 5% de la producción de café de especialidad.

Aprende más: Definiendo al café de finca, de origen único y micro/nanolote

¿Cómo la diferenciación de calidades y la división por lotes contribuyen a aumentar los ingresos?

Entre las alternativas que tienen los caficultores para aumentar sus ingresos a través de la mejora en la calidad del café están la participación en certificaciones de sus unidades productivas, con sellos socioambientales; y el cultivo de microlotes procesados de diferentes maneras para incursionar en mercados más competitivos. 

Sin embargo, tener un sello de calidad no siempre es garantía de que recibirás un mejor precio. Antes de tramitar una certificación para tu café, debes investigar si realmente tienes acceso a un mercado dispuesto a pagar una prima por el café certificado y evaluar si puedes incurrir con los costos que supone el proceso. 

Además, es necesario evaluar la calidad física de tu café; cuando decides certificarte es porque estás seguro de que tiene una calidad excepcional. Seguir las buenas prácticas agrícolas (BPA) es el primer paso que debes cumplir para obtener cualquier certificación. Luego, cada certificación tendrá sus propios criterios de evaluación.

Al dividir tu café en lotes, producirás cafés de distintas calidades y podrías recibir precios distintos por cada uno e incluso, participar en subastas y en concursos de calidad con los lotes que obtengan altos puntajes de cata.

Ten en cuenta que dividir tu producción es una proyección que debes hacer antes de la cosecha mediante un mapeo del terreno. De esta manera, podrás individuar las parcelas de tu finca más adecuadas para cultivar una cierta variedad o determinar los métodos de procesamiento que producirán un lote con ciertas características en taza. Además, todos los lotes, microlotes y nanolotes deben procesarse por separado.

Para Dulce Romero, la clave para poder generar más ingresos por la venta del café “está en el manejo de la calidad en sus procesos, ya que mientras [entre mejor se trate el producto] este puede competir o posicionarse en una categoría distinta, y para esto es indispensable que el productor conozca a detalle las características de su café y concentrarse en desarrollar y mantener la calidad de forma sostenible”.

Adicionalmente, Anna enfatiza en la importancia de la diversificación de las unidades de producción con otros cultivos como aguacate, cítricos plátanos, entre otros; pues son efectivos para incrementar los ingresos y contribuyen a la mitigación de riesgos. 

Lotes de café

Dividir la producción de tu finca te permitirá participar en eventos y concursos de calidad, aumentar tus posibilidades de acceder a nuevos mercados e incluso, descubrir características de tu café que antes no habrías imaginado.

Para hacerlo con éxito debes realizar una planificación adecuada, de manera que la diferenciación de las calidades de tu café te permita obtener mejores resultados e incluso, forjar una muy buena reputación para tu finca ante los compradores y tostadores.

¿Disfrutaste este artículo? Entonces lee ¿Qué es un microlote en el café de especialidad?

PDG Español

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