18 de junio de 2020

Cultivo de Café en Australia: ¿Es Posible Aumentar el Consumo?

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Australia tiene una escena del café de especialidad bien establecida, caracterizada por tiendas de café independientes y altos niveles de consumo. De hecho, se estima que en el país se consumen anualmente 384 piscinas de tamaño olímpico llenas con café.

Un pequeño grupo de caficultores ha superado los problemas financieros y ambientales y está cultivando café de especialidad australiano, mientras que un público dedicado impulsa la demanda local. A pesar de esto, pocos fuera del país han oído hablar del café australiano, y muchos menos lo han probado, y constituye menos del uno por ciento del café que se consume en el país.

Te contamos qué hace que el café de especialidad australiano sea diferente del resto, los desafíos que enfrentan sus productores y lo que podría impedirles entrar en el mercado internacional.

Read this in English: Can Australia Grow Its Consumption of Locally Produced Coffee?

EL REGRESO DE AUSTRALIA A LA PRODUCCIÓN DE CAFÉ

La producción de café se concentra principalmente en las zonas ecuatoriales en regiones de África, Asia y América del Sur. Las temperaturas promedio, las precipitaciones, las condiciones del suelo y las altitudes en estas zonas contribuyen al desarrollo del café. Esto no quiere decir que el café no pueda crecer en otros lugares, sino que sería más difícil que esto suceda.

Aunque Australia no es actualmente reconocida como productor de café, solía serlo. En la década de 1880, producía café de manera exitosa e incluso se adjudicó premios en París y Roma. Sin embargo, en la década de 1900, la industria decayó, debido al aumento del costo de la mano de obra en cosecha y producción. En los años ochenta, la producción de café comenzó renacer, gracias a la cosecha mecánica que redujo los costos de mano de obra y aceleró el proceso. El aumento de la demanda de café de especialidad estimuló aún más la producción. 

En la actualidad, la industria apoya a unos 50 caficultores comerciales. La mayoría se encuentra en el sudeste de Queensland y el noreste de Nueva Gales del Sur, dado que estas zonas subtropicales son adecuadas para el crecimiento del café. Según Agrifutures Australia, “en el entorno cada vez más urbanizado de los subtrópicos australianos, el café es el cultivo más compatible para crecer [en aquel lugar]. Su ligera huella ambiental se adapta bien al alto valor de conservación de esta región”.

Australia produce Arábica, y cuenta con zonas tropicales en las cuales se cultiva el Catuaí Rojo o el Catuaí Amarillo, y zonas subtropicales en las cuales se cultiva la variedad K7. Lloyd Thom es comprador de café verde para Campos Coffee, una tostaduría de café de especialidad en Sydney, y dice que el Catuaí Rojo se produce principalmente en el norte de Queensland, puesto que puede soportar las temperaturas de aquel lugar. Las condiciones tienden a producir cafés suaves con un perfil de sabor complejo, una acidez de media a baja y un dulzor natural.

Debido al tamaño relativamente pequeño de la industria, el procesamiento se suele llevar a cabo por los caficultores en el lugar. Si bien el procesamiento húmedo es popular, también se utilizan otros métodos. Rebecca Zentveld es directora de Zentvelds Coffee, una plantación y tostaduría en el interior de Byron Bay en Nueva Gales del Sur. Su café es “totalmente lavado, de proceso honey y natural o seco”. Sin embargo, también experimenta “añadiendo levaduras en pequeños lotes para extraer matices no observados antes”.

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¿QUÉ HACE QUE EL CAFÉ AUSTRALIANO SEA ÚNICO?

Actualmente, Australia produce un pequeño volumen de café de especialidad, cosechando cada año hasta 600 toneladas de café verde de unos 850.000 árboles. Los costos de producción siguen siendo mayores que en la mayoría de las naciones productoras, lo cual a su vez aumenta el precio de venta.

Casi nada del café producido se exporta. Rebecca dice que la mayor parte se consume localmente, una cuarta parte se vende en línea o directamente en las fincas, una cuarta parte en tiendas y negocios de alimentos de especialidad, y una cuarta parte a través de tostadores que venden a tiendas de café o que tienen sus propias tiendas. Ella explica: “El café de fincas australianas se vende fácilmente y tiene un valor añadido dentro de Australia”.

Aunque su capacidad de producción es pequeña, los productores locales se benefician de las ventajas naturales. El cultivo de café en microclimas naturalmente más fríos dentro de las zonas subtropicales de Australia le otorga al café una protección natural ante plagas y enfermedades. Con pocos elementos en su entorno que causan estrés, el café también contendrá entre un 10 y un 15% menos de cafeína, puesto que solo la produce cuando los cultivos se sienten amenazados.

Dado que los productores australianos tienen acceso a infraestructura, maquinaria e investigación agrícola de calidad, pueden mantenerse al día con los últimos avances en la producción de café. Rebecca explica que los caficultores se están educando con respecto a la última tecnología y las prácticas de gestión medioambiental y, como resultado, pueden producir café sin dañar la tierra, las vías fluviales y la vida silvestre. Esto se logra al replantar los corredores de la selva tropical, evitar el uso de productos químicos nocivos, realizar cultivos intercalados con legumbres y al promover la salud de los árboles y la polinización gracias a los insectarios y las colmenas.

El país también ha adoptado la tendencia de ofrecer la experiencia de la semilla hasta la taza como un valor agregado. Algunos productores están aprovechando las iniciativas turísticas existentes para mostrar a los consumidores (y compradores) que su café es de alta calidad y que se cultiva en sus patios. Pueden ofrecer a los consumidores una muestra del café y explicarles cómo sus sabores se ven moldeados por sus condiciones de cultivo únicas. 

Rebecca dice que el acceso confiable al agua, el clima y los suelos volcánicos ricos de la zona han ayudado a producir cafés con características deseables y valiosas. Le ha ayudado a “extraer un sabor natural chocolatoso y el dulzor en el café”. Por ejemplo, su Ernesto Roast tiene “notas de chocolate dulce, además de notas a pasas y a pastel de frutas”.

LOS DESAFÍOS QUE ENFRENTAN LOS PRODUCTORES AUSTRALIANOS EN LA ACTUALIDAD 

La producción de café australiano puede haber alcanzado años luz de ventaja con respecto a su situación hace unos cien años, pero esto no significa que se hayan superado todos sus desafíos. 

Los precios de los terrenos siguen siendo altos debido a la competencia inmobiliaria, lo cual significa que no hay muchas parcelas disponibles con las características necesarias para una producción exitosa. Además, los costos de mano de obra y de producción siguen siendo mayores que en otros países. Como dice Rebecca, “nuestro costo salarial real es al menos diez [veces el de] la mayoría de las naciones productoras de café”. Danilo de Andrade es el Gerente de control de calidad de 3Brothers Coffee, un importador de café en Brisbane. Él dice que debido a estos costos mayores, es “difícil para los productores australianos competir con otros orígenes que pueden producir cafés de mejor calidad a un precio menor”.

El cambio climático también es un factor que dificulta las cosas. Liam Smith es caficultores en Tamborine Mountain Coffee Plantation, en Queensland. Él dice: “El clima es un desafío en cualquier empresa agrícola… Tenemos largos períodos de sequía seguidos de… seis meses de lluvia anual en una semana, lo cual ocurre normalmente durante nuestra temporada de cosecha. Esto también puede afectar al proceso de secado [del café]”. 

Lloyd dice que el cambio climático también puede aumentar los riesgos de bioseguridad y hacer más difícil el mantenimiento. Él explica que, “el clima cambiante pone a los árboles en riesgo de plagas… Lo cual se agrava por la presencia de enfermedades en países vecinos como Papúa Nueva Guinea. Muchos profesionales del café viajan a las fincas de los países afectados y regresan a Australia, e ingresar al país semillas sin controles de bioseguridad pone en riesgo a la industria”.

Danilo cree que otro desafío para la producción local es que el consumo no es tan alto como podría ser a nivel local e internacional, dado que la mayoría de los países no se dan cuenta de que Australia produce café o prefieren atenerse a los orígenes a los cuales están acostumbrados. “Nos atraen naturalmente los sabores complejos e identificables de los cafés cultivados en lugares de mayor altitud como Etiopía y Colombia… Creo que el potencial de Australia aún tiene que ser descubierto por la industria del café.”

LAS VENTAS DE CAFÉ AUSTRALIANO A NIVEL LOCAL E INTERNACIONAL

Si bien los productores australianos están recuperando sus costos de producción actuales y pueden satisfacer sus demandas de producción, esto no les garantizará necesariamente el éxito a largo plazo. Danilo considera que es importante que aumenten el consumo local y la producción, dado que la COVID-19 ya ha tenido un impacto negativo en la economía. Él dice: “La industria puede apoyar la producción de café australiano al vender el [café] australiano en las tiendas de café. Esto, a su vez, ayudará a nuestra economía local, lo cual siempre es un beneficio, especialmente ahora”. 

Rebecca agrega que esto requerirá de la participación de tostadores y tiendas de café, ya que deben “optar por pagar una prima realmente justa para compensar a los productores australianos y darles el reconocimiento que merecen… en otras palabras, promoverlo como un verdadero café [de especialidad], del ‘cultivo hasta la taza’, [producido] a pocas millas [de distancia]”.

Lloyd dice que los compradores también tendrán que cooperar, y que esto implicará “comprar directamente a los caficultores a un precio [que] refleje el aumento en sus costos”. Él añade que al involucrarse en el cultivo y la producción del café, pueden trabajar con los caficultores para garantizar que el café sea de grado especial. Esto también beneficiará al caficultor, explica Danilo, al ayudarle a añadir valor a su café. Al aprender los matices y las técnicas de tueste y empaque de su producto, pueden justificar mejor su precio, en lugar de venderlo como un producto básico a los intermediarios de café verde.

Muchos productores han participado en concursos con sus cafés, y Lloyd menciona el Royal Agricultural Show y el Sydney Fine Food Show como algunos de ellos. Sin embargo, el evento más conocido dedicado a los cafés de especialidad es el Australian Coffee International Awards. Esta premiación demuestra que un número de productores más alto que nunca se está dando cuenta de la importancia de las puntuaciones de calidad independientes para conseguir que los compradores locales se interesen por su café de especialidad, y posiblemente atraer el interés de las ventas internacionales. 

Este año, se presentaron más de 800 candidatos, y los cafés se clasificaron como Oro, Plata o Bronce según sus puntuaciones. Rebecca dice que competir por estos premios también beneficia a los tostadores, puesto que les ayuda a obtener el reconocimiento de la industria. 

EL FUTURO DEL CAFÉ DE ESPECIALIDAD AUSTRALIANO 

El café australiano tiene algo único para ofrecer, pero la cadena de suministro local está, de alguna manera, desconectada. Muchas tiendas de café locales y los consumidores no saben de la existencia del café australiano, mientras que los compradores y tostadores no conocen los costos de la producción o la calidad del café que se produce.

Para aumentar la demanda general se requerirá educar a los consumidores locales e internacionales sobre lo que el café australiano tiene para ofrecer, por qué se fija el precio de la forma en que se hace, y por qué deberían consumir más café local. Esto garantizará que el país siga produciendo su café durante años, y que no desaparezca de nuevo como lo hizo antes. 

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Crédito de las fotos: Zentvelds Coffee, Campos Coffee, Tamborine Mountain Coffee Plantation

Traducido por Tati Calderón. Traducción editada por María José Parra.

PDG Español

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