21 de abril de 2020

COVID-19: Lo Que Los Productores de Café Quieren Que Sepas

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Han pasado solo un par de meses desde que se identificó oficialmente la COVID-19. Desde entonces, se ha extendido por todo el mundo, cambiando la forma en la que viven millones de personas y operan millones de negocios.

La cadena de suministro del café tampoco se salvó de este efecto secundario. Las órdenes de distanciamiento social y de quedarse en casa impuestas por los diferentes gobiernos significan que millones de tiendas de café de todo el mundo tuvieron que cerrar sus puertas al público. Por consiguiente, las ventas de café verde, tostado y preparado se han visto afectadas.

Aquí te contamos el impacto que el coronavirus tuvo en la cadena de suministro del café, qué se puede hacer para capear la incertidumbre que lo rodea y cómo los consumidores pueden cumplir con su parte de ayudar a todos, desde productores hasta tostadores, a hacer frente a la crisis.

Read this in English COVID-19: What Coffee Farmers Want You to Know

Crédito: Nicole Motteux

Es un Efecto Derrame

El 9 de abril, se estableció el confinamiento o la cuarentena para 2,6 mil millones de personas (o cerca de un tercio de la población mundial). Esto significa que un número importante de tiendas de café, restaurantes y lugares que sirven café no pueden continuar preparándolo y vendiéndolo directamente a los clientes, o solo lo pueden hacer siguiendo medidas estrictas de distanciamiento social.

Por consiguiente, estos negocios están comprando menos café tostado de lo normal, lo cual ha provocado que los tostadores que los abastecen hayan desacelerado la producción y compren menos café verde para tostar. Karl Wienhold, exportador y director del colectivo de caficultores de Colombia Cedro Alto, revela que algunos tostadores no quieren quedarse con un producto rancio si las ventas disminuyen. Si compran demasiado café ahora, podrían terminar quedándose con una cosecha vieja. Esto significa que muchos están disminuyendo sus compromisos de compra para reducir sus riesgos y planean adquirir más si lo necesitarán más adelante.

Karl señala que, aunque la vida útil de un café verde y su popularidad con los tostadores dependerá de su calidad y de cómo se almacena, procesa, seca y maneja, puede ser difícil vender café verde que ha estado guardado por incluso 4-5 meses. Significa que los importadores que abastecen normalmente a estos tostadores podrían quedarse con café que no pueden vender. Esto hará que sus exportadores de café estén bajo presión económica, ya que los importadores y los tostadores disminuirán o retrasarán sus compromisos de compra o adquirirán y reservarán menos café en general.

Para los exportadores más pequeños, esto puede ser un golpe enorme. Sin recibir pagos de forma puntual y tener un flujo de caja adecuado, proveer los fondos para incluso un contenedor puede ser demasiado costoso, sin importar si están exportando a un importador o un tostador. Cuando los exportadores no pueden comprar sus cantidades habituales de café o se encuentran en una situación económica precaria, los productores con los que trabajan se verán afectados. Si muchos caficultores no pueden vender su producción a aquellos que normalmente la comprarían, dejarían de tener un mercado para su café.

Rafael Silva es el propietario de Sicafe, una exportadora y productora en El Salvador. Él entiende que el coronavirus está aumentando la presión que soporta un grupo que ya está estresado. “Los productores, tanto grandes como pequeños, trabajan duro todo el año para producir y procesar una cosecha que solamente se vende una vez por año. Hacen esto afrontando muchas dificultades, [como]…precipitaciones, sequía, clima frío y cálido, granizo, temporales, viento…[una] mano de obra reducida debido a la migración hacia ciudades o fuera del país, escasez de recursos…caída de los precios del café…Entonces ahora, los productores de todo el mundo se están preguntando si podrán vender su producción o no; y si lo logran, ¿a qué precios?” 

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Crédito: De la Montaña Café

Las Tasas de Cambio Inciden en Los Ingresos

La COVID-19 podría impactar en el tipo de cambio y el precio C, que afectará directamente a los productores, exportadores y compradores internacionales. Daniel Velásquez es el fundador de Campesino Coffee, una exportadora con sede en Colombia. Él dice que las condiciones actuales “dificultan ahora la compra para un pequeño exportador a un precio alto, [ya que] existe el riesgo de un dólar más débil, y muy probablemente un precio del café más bajo cuando llegue la hora de venderlo”.

Karl explica que si un exportador compra café en una moneda, pero lo vende en otra, podría tener que afrontar una fluctuación en el valor de su moneda de compra contra el valor de la moneda en la que vende, si no hay cobertura financiera. Dado que las monedas de muchos países productores se han debilitado frente al USD (la moneda en la que se comercializa el café), los exportadores están pagando a los productores más en monedas locales de lo que pagaban hace un mes. Esto significa que si el exportador recibe el pago en USD después de que se hayan normalizado las condiciones y las monedas locales se fortalezcan con el USD, podría salir perdiendo.

Daniel agrega: “Cerrar contratos por adelantado [con precio fijo] puede ayudar a aliviar algunos de los riesgos, pero con la incertidumbre, los tostadores son reacios a [hacerlo]. Esto es…difícil para los exportadores y productores pequeños que exportan directamente y no tienen las relaciones bancarias para cerrar negocios por adelantado para las tasas de cambio de monedas. Brasil espera una cosecha muy productiva, pero se prevé que el pico del virus será durante la época de cosecha. Esta volatilidad aumenta la confusión y la incertidumbre”.

Es probable que los caficultores y aquellos que trabajan en sus fincas sean los más afectados por este cambio, que se verá agravado por el hecho de que la mayoría ya afronta retos importantes en lo que concierne a la producción de café.

Crédito: Ana Valencia

Las Demoras en Los Envíos Están Causando Sanciones

Muchos productores y comerciantes están lidiando con sus cafés detenidos en el puerto del país de origen, sin poder moverse debido al cierre de las fronteras y otras restricciones sobre el comercio entre los países. Mayores demoras podrían causar que el café envejezca y, como menciona Rafael, si un barco o un contenedor se demora en el puerto, incurrirá en sanciones, y los Incoterms determinarán quién es responsable de pagar esas sanciones.

El pódcast Keys to the Shop entrevistó recientemente a Ricardo Pereira, director de operaciones de la importadora de café verde Ally Coffee, sobre cómo la COVID-19 está impactando en la cadena de suministro de café de la empresa. Él reveló que ahora se están enfocando en ayudar a los productores que tienen café procesado, que pasó por el beneficio seco y está listo para ser enviado, para que saquen su café del origen lo antes posible.

Es algo que todas las partes involucradas deben considerar, ya que impactará en exportadores, importadores, empresas de transporte y aquellos que trabajan en estos barcos. Rafael menciona que, “tanto los importadores como los exportadores tomen todas las precauciones e investiguen…opciones de ruta para sus contenedores. Las empresas de transporte marítimo deben tener mucho más cuidado con sus trabajadores; varios barcos han sido detenidos porque la tripulación dio positiva para el virus”.  

Mantener buenas relaciones con los puertos y aquellos involucrados en el envío puede ser útil. Daniel ha visto algunos puertos y transatlánticos trabajar con los clientes para la exención de impuestos y el cambio de la ruta de los barcos sin cargos de ser necesario. “Afortunadamente, esta situación también ha sacado el lado bueno [de] la gente y las empresas”.

Crédito: Paulo Henrique

Los Pagos Retrasados Implican un Menor Flujo de Caja

Para las fincas cafetaleras, las demoras en los envíos y los pagos de los compradores significan menos dinero en el bolsillo. Algunos productores como Rafael ya están compitiendo con las repercusiones y están asumiendo riesgos considerables. “[En] Centroamérica, estamos viendo los efectos de la crisis ahora. Apenas terminamos de recolectar el café y esta es la época en la que normalmente empezamos a vender y preparar nuestros cafés para la exportación. Debido al coronavirus, la mayoría de los compradores e importadores cerraron, suspendieron la compra por el momento o cancelaron pedidos. Nosotros, como productores, tenemos miedo, el 100% del riesgo está en nuestras manos ahora”.

Es algo que podría tener un impacto en los productores y los trabajadores de fincas mucho después de que termine la crisis de la COVID-19, ya que muchos dependen de las ventas de la producción para satisfacer sus necesidades inmediatas y futuras ya sean personales o relacionadas con la producción. Como dice Rafael: “Los productores dependen de estas ventas para poder pagar sus préstamos, trabajar las fincas y pagar a todos los colaboradores de la finca y el beneficio…[y]…alimentar a sus familias, vivir, comer. ¿Qué sucede a todos los caficultores y las personas que dependen de ellos para obtener un ingreso para el resto del año?”

Es algo que el resto de la cadena de suministro no puede ignorar, ya que si los productores no pueden seguir produciendo café, toda la cadena de suministro sufrirá. Rafael destaca que “sin los productores, todos los exportadores, importadores, tostadores y tiendas de café no pueden existir. Si no se incluye a los productores, el efecto dominó empezará a tener efecto en el resto de la cadena”.

Dado que los productores sufren la mayor pérdida, Karl enfatiza que los miembros de la cadena de suministro deben encontrar una forma de minimizar su exposición al riesgo y, al mismo tiempo, saber con antelación dónde se transmite el riesgo, ya que un tostador lo pasará a un importador, quien lo pasará a un exportador, quien lo pasará al productor.

Los Lotes de Especialidad se Venden a Precios Comerciales

Algunos productores están descubriendo que no pueden vender su café, ya que sus compradores habituales están retrasando los pagos o cancelando compromisos. Daniel explica que esto podría significar que “el caficultor deberá vender su café a una cooperativa por un precio de mercado más bajo. La disminución de la demanda que se espera para el segundo y tercer trimestre también tendrá un efecto en la cantidad de café que se compre a precios de café especial”.

Según Karl, algunos cafés de microlotes de calidad tal vez se tengan que vender a precios regionales si no hay demanda, y las primas que se pagan generalmente por el café especial de alta calidad podrían sufrir. Esto podría significar precios más bajos y menos demanda por cafés de proceso natural y honey, así como variedades menos productivas. La dificultad en vender estos lotes mientras están frescos y valen una prima en el precio podría dar como resultado precios más bajos en el futuro, cuando y si se vende el café.

Otro efecto secundario de la reducción de costos de parte de los tostadores es que algunos podrían prescindir de su responsabilidad social y proyectos de sostenibilidad que involucran a productores y sus fincas. Sin saber claramente cuándo terminará la COVID-19, esto solamente se podría reanudar el año próximo. Daniel dice: “[Campesinos Specialty Coffee] estaba listo para lanzar [su] escuela de café en mayo, con invitados internacionales, la participación del gobierno local y estatal…Esto se ha detenido temporalmente por razones obvias. Aunque la escuela podrá funcionar según lo planificado con los fondos que ya fueron asignados, se deberá suspender cualquier proyecto futuro hasta que el mundo se recupere”.

Crédito: Angie Molina

El Crédito es (Más) Caro en el Origen

Otra consecuencia de la falta de dinero es que los productores podrían tener dificultades para cumplir con sus obligaciones financieras con bancos y prestamistas ahora y en el futuro, ya que muchos caficultores dependen de los compromisos de ventas futuras para garantizar sus ganancias para el año. Muchos caficultores ya tienen deudas considerables debido a las fluctuaciones de precios, condiciones agrícolas impredecibles y otras incertidumbres. Según Karl, cuando encontrar compromisos de suministro se hace difícil, esto representa un gran riesgo para la prima de los productores. 

Martín Mayorga es el fundador de Mayorga Organics y en un episodio reciente de su pódcast sobre cómo el coronavirus impacta en los productores, dijo que muchos bancos no están ayudando a los caficultores en su situación difícil y que algunos prestamistas sociales están empezando a pedir que los productores devuelvan el dinero de los préstamos que recibieron.

Aunque el acceso a fondos adicionales podría ayudar a los productores a superar este momento, no siempre está disponible o viene con tasas de interés exorbitantes para los caficultores en los países productores. Según la experiencia de Rafael, “los créditos para las fincas son generalmente [entre] el 6% y el 9%. Hay [acceso] a créditos ahora para [aquellos que necesitan] dinero rápido…[pero]…con una tasa del 12% frente a una hipoteca”. 

Si bien los desafíos económicos que están afrontando los productores son considerables, Ricardo cree que la mayoría de los gobiernos sabe lo que está pasando y que los países productores se están observando los unos a los otros y saben lo que está sucediendo. 

Los Trabajadores de Las Fincas No Pueden Trabajar

Los recolectores de café son miembros críticos, pero marginalizados de la cadena de suministro del café. La COVID-19 ha provocado que muchos de ellos no puedan o no estén dispuestos a cruzar las fronteras para trabajar, lo cual significa que parte del café podría pudrirse antes de ser cortado, o que la calidad de la cosecha en general podría deteriorarse antes de la recolección. Martín explica que, debido a esto, muchos trabajadores de fincas no podrán recibir el ingreso con el que viven, ya que muchos viajan de una comunidad a otra, viviendo de una cosecha a otra.

Ricardo dice que muchos productores están teniendo dificultades para atraer recolectores, ya que se está diciendo a las personas que se queden en casa y tienen miedo a salir. Él menciona que conoce a un productor que tiene normalmente 400 trabajadores durante el momento pico de la cosecha, pero ahora solo tiene 150 haciendo este trabajo.

Para los caficultores que ya tienen trabajadores en sus fincas, se vuelve complicado manejar sus necesidades en una época en la que tal vez no haya tareas para realizar en la finca. Al López es el propietario de Finca Terrerito en Honduras, un negocio que se especializa en comercio directo. En su caso, los trabajadores que contrata no pueden ir a casa en Guatemala, porque las fronteras están cerradas. Esto significa que debe alojarlos, alimentarlos y mantenerlos ocupados cuando no hay trabajo, lo cual puede ser un reto.

Una solución posible para esto podría ser incitar a los gobiernos locales a contratar a los trabajadores locales en sus respectivos países para que trabajen en las fincas de café sin tener que cruzar las fronteras. Daniel dice: “Los cortadores no quieren dejar sus hogares y correr el riesgo de infectarse…los gobiernos locales no quieren que recolectores vayan a sus regiones con la posibilidad de que lleven el virus. Esto ha motivado a algunos gobiernos locales a empezar campañas para contratar a lugareños para la recolección del café, ofreciendo la garantía de la cobertura médica contra el virus y otros subsidios”.

Crédito: Virginia Coffee Roasters

¿Qué Podemos Hacer Para Apoyar a Los Productores?

Aunque sin duda, existen muchas soluciones innovadoras que podrían ayudar a los miembros de la cadena de suministro a superar sus retos, solamente una solución beneficiará a todos y hará que la cadena de suministro del café siga funcionando. Los consumidores deben seguir comprando y bebiendo café. El hecho de saber con claridad cuándo terminarán las disposiciones de confinamiento que están ralentizando la difusión del coronavirus, significa animar a las personas a disfrutar su café de especialidad de forma segura y responsable.

Esto permitirá que los compradores de café verde cumplan con sus compromisos de compra existentes y futuros y compartan parte de los riesgos que han asumido los productores. Y cuando los tostadores perciban un aumento en las ventas debido a un mayor consumo de su café en las casas, podrían destinar primas de precio adicionales a los productores, que es algo que beneficiará a todos. 

Según Al, desarrollar relaciones de comercio directo y pasar primas a caficultores les ayudará a mejorar y mantener sus fincas, lo cual les ayudará a mejorar su café. 

Rafael tiene una opinión similar. “Algunos tostadores [preguntan] si pueden encontrar una ONG que los apoye [para] tener un impacto positivo ante la adversidad, pero la respuesta es simple. Solo mantén tus relaciones con tus productores y proveedores, y paga primas que van directamente al productor. Cada vez que sea posible, pide la transparencia más allá del FOB”.

También, añade: “El precio siempre es negociable. Habla con tus caficultores y encuentra un punto medio que satisface a todos. Sé directo y transparente con respecto a las cantidades, [ya que] así los productores pueden buscar otras opciones si no te estás comprometiendo [a comprar] todos los cafés que te ofrecen. Lo mejor que pueden hacer los tostadores es no dejar a los productores con sus cafés en sus depósitos”.

Crédito: Nathaniel Soque

Conclusión

La cadena de suministro del café se ha visto sin duda afectada por las consecuencias de la COVID-19. Esto ha tenido un efecto importante en aquellos que producen y recolectan el café, ya que siguen siendo los más vulnerables. Como me dice Karl, son los amortiguadores de la cadena de suministro. Sin embargo, todos son influenciados por la incertidumbre que creó.

Con ciertos miembros de la cadena de suministro del café ya bajo una presión significativa, depende de todos trabajar dentro de sus posibilidades y hacer lo que pueden para aliviar la presión que sufre toda la cadena de suministro.

Max Pérez es un productor y el presidente de la cooperativa La Hermosa en Guatemala. Él me cuenta que la mayoría de los tostadores están cumpliendo con sus obligaciones contractuales y solamente una pequeña minoría de ellos están cancelando, lo cual es una buena señal.

Mientras esto siga sucediendo, y los consumidores sigan haciendo su parte mediante el consumo del café, la industria del café podrá seguir adelante con la menor cantidad posible de perturbaciones. 

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Escrito por Janice Kanniah. Crédito de imagen principal: Paulo Henrique

Traducido por Laura Fornero. Traducción editada por María José Parra.

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