¿Qué Desafíos Enfrentan Los Trabajadores de Las Fincas de Café?
Los trabajadores de las fincas de café son la columna vertebral de la producción del café y de la industria cafetera en su conjunto. Sin la presencia de estos trabajadores altamente calificados, los productores no podrían recolectar sus cosechas y el resto de la cadena de suministro no podría acceder a los granos de café verde de los cuales depende el mundo para su abastecimiento de café.
Tanto los trabajadores de finca a tiempo completo como los recolectores de café de temporada (conocidos como corteros o cortadores en Latinoamérica) se enfrentan a varios desafíos específicos que les impiden hacer su trabajo, o dan como resultado que abandonen su empleo por completo a cambio de mejores opciones de trabajo.
Estos son algunos desafíos que afrontan los trabajadores de las fincas de café en los países centroamericanos y sudamericanos y dónde podría estar una posible solución al problema.
Read this in English What Are The Challenges Facing Coffee Farm Workers?

Una parte de cafetos en la finca de un productor. Crédito: Alejandra M. Hernández
Conociendo a Los Trabajadores de Las Fincas de Café
Hace varias décadas, Brasil dependía de la mano de obra de esclavos e inmigrantes para recolectar el café, mientras que en otros países, los productores más ricos expropiaron las tierras de muchos trabajadores y los obligaron a trabajar en las tierras que antes eran suyas a cambio de un salario. En países como Costa Rica, que se caracterizan por tener fincas familiares, los productores a menudo aceptaban ayudarse mutuamente recolectando la producción del otro durante las cosechas.
En la actualidad, los trabajadores de las fincas son menos explotados, pero siguen enfrentando desafíos. Muchas veces son trabajadores migrantes que trabajan en sus países o viajan a los países limítrofes para cosechar el café o cualquier otro cultivo que se debe recolectar, y su paga depende del volúmen o el peso. Su función es la más laboriosa y larga de la cadena de suministro del café y no es fácil de reemplazar.
El mejor momento para cortar una cereza madura es algo se sabe gracias a años de experiencia, y dado que el café rara vez madura de manera uniforme, la cosecha manual es la única forma de garantizar que se recolecten solamente los frutos maduros. En general, esto se da durante un periodo breve y se debe realizar sin demoras para evitar que el café se deteriore.
Muchos caficultores están ubicados en terrenos accidentados o a alturas que no permiten la mecanización, y los climas se están volviendo cada vez más impredecibles. Esto significa que una sola finca de café podría tener varias zonas de cosecha, lo cual hace que la recolección sea más compleja.
Para los productores de café especial, los trabajadores de las fincas desempeñan un papel esencial para garantizar que se recolecte solamente el mejor café, ya que esto puede tener un gran impacto en el precio que recibirán por un cierto lote. Luis Toruño Montes dirige La Finca Coffee, una importadora y exportadora de café especial de Nicaragua, con sede en Canadá. Él dice que son “esenciales en la industria. Sin ellos, no se podría producir café en muchas zonas del mundo. Un recolector con experiencia y bien capacitado, es el primer control de calidad en la cadena”.
El trabajo que se requiere para cortar las cerezas maduras (así como desmalezar y podar las plantas) puede representar hasta el 60 por ciento de los costos de producción de una finca. Para los productores, se trata de un problema y puede impactar negativamente sus ganancias. A pesar de esto, se han estudiado poco los costos altos y los otros factores que impactan en aquellos que son responsables de realizar el trabajo.
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Un cortador de café examina las cerezas recolectadas. Crédito: Julio Guevara
Desafíos Específicos Que Enfrentan Los Trabajadores de Las Fincas
Aunque muchas fincas cafetaleras han dado grandes pasos en el mejoramiento del sistema de pagos a los trabajadores, muchos corteros siguen teniendo varios otros problemas cuando trabajan para ciertas fincas, ya sea que lo hagan temporalmente o a tiempo completo. Estos son algunos retos que afrontan.
Falta de Contratos
Los contratos son fundamentales para los trabajadores de fincas. En 2016, los investigadores de la empresa de estudios independiente Danwatch publicaron un informe sobre las condiciones que afrontan los trabajadores del café en Brasil. Si bien muchas personas en la industria del café cuestionaron los resultados del informe, este arrojó luz sobre el hecho de que los contratos son un problema urgente que afrontan los trabajadores de las fincas. El informe afirma que casi la mitad de todos los cortadores de café en el país productor de café más grande del mundo trabajan sin contratos.
En Brasil, la ley establece que todos los trabajadores de fincas deben estar registrados para acceder a los beneficios sociales que los protegerán si se enferman, pierden su trabajo o se jubilan. Sin embargo, muchos trabajadores reciben una oferta de sueldos más altos si renuncian a este registro, ya que requiere que los empleadores destinen fondos al seguro. Este problema existe también en otros países productores, señalando que la falta de formalidad en el empleo es una de las razonas por las que los productores colombianos han tenido dificultades para encontrar trabajadores para cosechar el café.
Salarios Bajos
Aunque los trabajadores de la finca tal vez representen la mayor parte de los gastos que asumen los caficultores durante la producción, esto no significa que reciben un sueldo conforme con sus esfuerzos. Muchas veces, los mismos productores viven casi en la pobreza, lo cual hace que sea difícil pagar a los trabajadores un sueldo justo. En Honduras, los cortadores de café a menudo reciben varios dólares menos de lo que es el salario mínimo establecido por el Ministerio de Trabajo de Honduras. Los trabajadores de países como Guatemala reciben cifras igualmente bajas.
Es un problema que admiten muchos productores, pero uno que no pueden resolver solos. Santiago Patiño C es un productor de la Finca El Ocaso, una finca de café en Colombia, además de ser el Campeón de Tueste de Colombia en 2018. Él cree que para aumentar el precio que se paga a los cortadores por kilogramo, la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia debe otorgar subsidios para pagar a los recolectores. Si esto no sucede, él dice que, “en unos 10 años, Colombia no tendrá personas recolectoras en el campo”.

Un trabajador de finca recolecta cerezas de café maduras de una rama. Crédito: Café Santa Matilde
Trabajo Duro y, a Veces, Peligroso
Como se mencionó antes, la mayoría de los cortadores de café recibe una paga según el volumen de las cerezas de café que cosecha en el día. Esto significa que, para muchos, las horas de trabajo terminan solamente una vez que se haya recolectado cierto volumen de cerezas (lo cual podría llevar varias horas). Esto puede tener un impacto negativo en los productores, ya que la desesperación por cosechar una cantidad adecuada puede llevar a algunos trabajadores a recolectar granos que no están maduros o no son aptos, disminuyendo la calidad general del lote.
Además de las largas horas que requiere, la cosecha del café tampoco es un trabajo fácil. Pasar horas bajo el sol puede agotar a los trabajadores y aumentar su riesgo de desarrollar cáncer de piel, y los movimientos repetitivos que se necesitan para arrancar las cerezas de las ramas pueden causar esguinces y distensión muscular. Además de esto, la falta de equipos de protección o herramientas para cortar también puede llevar a cortes y abrasiones. Estas condiciones en conjunto (al igual que otros desafíos que afrontan) pueden provocar mucho estrés en los trabajadores.
Trabajo Temporal y Migración Constante
El café no es un cultivo perenne en muchos países. Esto significa que hay posibilidad de trabajo solamente durante las épocas de cosecha, que duran por lo general solo un par de meses por vez y pueden variar debido a los cambios en las precipitaciones, la altura y la temperatura. Esto puede causar que los productores y los trabajadores experimenten meses flacos cuando los ingresos son escasos. Por esta razón, muchos trabajadores de fincas viajan constantemente de una finca a la otra, siguiendo las cosechas del café según cuándo se presentan.
Malas Condiciones de Trabajo y Alojamiento
En general, los trabajadores temporeros reciben alojamiento cuando viajan de una finca a otra, para garantizar que estén cerca del lugar de trabajo. Sin embargo, estos alojamientos suelen estar llenos de personas, obligando a muchas familias a compartir un único espacio, y con poca protección ante condiciones climáticas extremas. Muchos no tienen acceso al agua potable y viven sin cloacas o eliminación de residuos adecuados. Estas condiciones también pueden fomentar la propagación de enfermedades que se transmiten por agua o aire.
Además de esto, algunos trabajadores se enfrentarán a condiciones de trabajo peligrosas. Un ejemplo es el uso de pesticidas como glifosato y terbufos en las plantas de café, que ayuda a proteger los cafetos de plagas e insectos, pero también es ilegal, dado que es peligroso para los humanos. Muchos trabajadores tienen la tarea de aplicar estos químicos sin equipos de protección personal o usan alternativas inadecuadas, como bolsas de plástico o pañuelos. Esto provoca intoxicación por pesticidas y, en algunos casos, defectos congénitos y un riesgo más alto de desarrollar cáncer.

Una vista a los bancales en Fazenda Pedra Preta, Minas Gerais, Brasil. Crédito: Perfect Daily Grind
César Samaniego Minaya trabaja en la Finca San Francisco, una finca de café en Perú. Él dice: “El mejor café depende de una cosecha selectiva de [cerezas] en su estado de madurez ideal. Para ello se requiere de recolectores hábiles, capacitados y…concientizados de la importancia de su labor en la calidad del café…esto depende de la finca [y cómo los involucra y les reconoce] el valor que aportan. […] Esto se logra con fincas que dan buenas condiciones de trabajo y alimentación, buen ambiente laboral, facilidades [en los pagos] y flexibilidad para que nuestros recolectores sean felices realizando su labor”.
Para que esto suceda, los productores necesitan recibir un ingreso más alto. Y para que los productores ganen más, las personas deberán estar dispuestas a pagar más por el café. Esto requerirá un esfuerzo colectivo por parte de tostadores y compradores, pero un futuro con fincas de café y trabajadores productivos indudablemente valdrá la pena.
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Escrito por Janice Kanniah. Imagen principal: Un recolector de café con cerezas de café Parainema en sus manos. Crédito: Gisselle Guerra.
Traducido por Laura Fornero. Traducción editada por María José Parra.
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